Francis Sánchez

* 1970

  • “Mi amigo, todos nosotros, no somos más que sobrevivientes, algunos hemos sobrevivido unos años más, otros años menos, pero todos somos a penas sobrevivientes del gran experimento del totalitarismo en Cuba, a cada una de nuestras formas. Alguien que estaba limpiando una gaveta, me pone en las manos algo que dice arriba Francis Sánchez, Reserva Federal, lo cojo y lo guardo y cuando llego a la casa y me pongo a leerlo, era el informe contra mi libro, firmado por varias personas, haciendo todo un lío. Era una joya de la censura, porque estaba un profesor de filosofía explicando los límites de la libertad en una sociedad, la libertad y el individuo. Decía además que mi libro rompía los límites. Y desde entonces conservo ese manuscrito”.

  • “Tratábamos de liberarnos de todas esas coordenadas ideológicas y estéticas que nos querían imponer. Tratábamos de leer distinto. Una de las aventuras que nos unió en esos años, era tratar de obtener bibliografías, libros a los cuales no teníamos acceso. Viviendo en Ciego de Ávila, viviendo en Cuba, donde no se publicaba casi nada interesante de lo que estaba pasando en el mundo de la literatura, no en ese momento, ni siquiera en década atrás, pero sabiendo ya que existían esos autores como Jorge Luis Borges y que no existían en nuestra biblioteca de Ciego de Ávila, estaban prohibidos hasta para [el libro] Paradiso, de Lezama Lima, El llano en llamas, de Juan Rulfo, estaba prohibido. Para leérnoslo, en fin, no se podía encontrar en las bibliotecas. Recuerdo que la justificación de por qué El llano en llamas no estaba en las bibliotecas, era porque era un libro supersticioso”.

  • “Para mí ser escritor es mi manera de ser cobarde, o sea, no podía hacer muchas cosas, pues entonces voy a ser escritor. Pero entonces, en medio de esa crisis, me encerré en mi casa y me negué a salir de la casa. Estuve encerrado en casa, dejé de estudiar y estuve encerrado como dos o tres años, en que prácticamente no salí nunca de la casa. Eso significó en mi familia algo terrible. Pasé por psiquiatras y hospitales psiquiátricos, pasé por experiencias muy fuertes. Vi que mis amigos del barrio tuvieron también destinos difíciles. Existía sobre nosotros siempre la espada de Damocles, de una cosa que se llamaba minoría que es una cárcel para menores, que existía en Ciego de Ávila y en todas las provincias”.

  • “Una de las primeras cosas que intervino la Revolución, el gobierno de Fidel Castro, fueron los cines. Vieron enseguida en los cines de toda Cuba un aparato ideológico importante, como había pasado también en la Unión Soviética, intervinieron los cines, fue una de las primeras cosas que hicieron. Hay recuerdos de mi familia de ese día, muy nítidos. Fue todo un acontecimiento muy trágico, porque de pronto llegaron militares. Se cuenta que venía el propio Alfredo Guevara, quien después fue el director del Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficas, ICAIC. Parece que estaban haciendo una campaña y mandaron a salir a toda mi familia, porque mi familia, sobre todo mi madre, mis hermanos que eran pequeños, mi abuelo, todos trabajaban en el cine de una forma u otra, apoyando, vendiendo papeletas, de acomodador. Mandaron a salir a todo el mundo y solamente se pudo recuperar los discos de música que se ponían en el cine”.

  • Full recordings
  • 1

    Madrid, 03.10.2020

    (audio)
    duration: 02:25:11
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No somos más que sobrevivientes del gran experimento del totalitarismo en Cuba

Sánchez Francis
Sánchez Francis
photo: Post Bellum

Francis Sánchez nació en Ceballos, provincia de Ciego de Ávila, Cuba, el 20 de septiembre de 1970. Desde niño vivió en carne propia los desmanes del régimen de los hermanos Castro. Su padre, un simple campesino, perteneciente a la clase obrera cubana, compra a plazos, el cine del municipio. Cuando triunfó el gobierno de Fidel Castro, el cine le fue intervenido y en 1968, también le decomisan una nave que tenía la familia para dedicarse a la mecánica, bajo el pretexto de que era iniciativa privada. Francis fue un niño inadaptado al sistema educacional cubano, debido a que tenía que estudiar internado en las Escuelas al campo, creadas por Fidel. Suspendió el noveno grado debido a que no se presentó a las pruebas finales. Siendo joven fue juzgado por el Tribunal provincial de La Habana, ya que había robado un libro prohibido por la dictadura, en la Biblioteca nacional, causa que fue desestimada. Creó, en conjunto con su esposa la revista independiente Árbol Invertido, por la cual recibió amenazas de la Seguridad del Estado, al igual que sus hijos. Emigró junto a su familia a España donde residen actualmente.