The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.

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Pedro Roig (* 1940)

Yo me rebelo porque no me permiten decir lo que yo quiero decir

  • Nacido en Santiago de Cuba, el 24 de julio de 1940

  • Su madre era profesora de inglés y su padre era abogado, notario y profesor de historia; tiene tres hermanos

  • Estudió en un colegio jesuita

  • Participó tanto en la lucha contra el régimen de Batista como en la lucha contra el régimen de Fidel Castro

  • Participó en la misión de la Brigada 2506

  • Trabajó en la Fundación Nacional Cubano Americana tratando de influenciar la política de los Estados Unidos para luchar contra el régimen de Castro

Esperanza de un cambio de cultura política que no ocurrió

Pedro Roig nació el 24 de julio de 1940 en Santiago de Cuba en el oriente de Cuba. Su padre era abogado, notario y profesor de inglés en una universidad. Su madre era profesora de inglés. Pedro tiene tres hermanos. Estudió en el Colegio Dolores. “Tengo una formación que considero muy buena que daban los curas jesuitas. Yo soy menos creyente, pero tengo enorme respeto por la religión, en realidad por todas las religiones.” Lo influenció mucho la cultura local y las tradiciones de Santiago de Cuba. “Había un principio y un concepto que tenía que ver con las libertades que llegan a Santiago de Cuba a través de los refugiados haitianos, franceses y muchos de sus esclavos que influyeron enormemente en la formación de la sociedad y de la cultura de Santiago de Cuba donde había enorme respeto por la cultura de individuo.” La distancia entre La Habana y Santiago de Cuba significó que Santiago de Cuba tenía mucho contacto comercial con Jamaica, Haití, Santo Domingo. “Había grandes diferencias con La Habana.” Cuando tuvo 14 años, su padre murió y la familia se mudó a La Habana donde, de muchacho, se incorporó a lo que en aquella época se llamaba los grupos de acción y de sabotaje del Movimiento 26 de Julio. Tuvo problemas con la policía de Batista y la familia decidió sacarlo de Cuba y vino por primera vez a los Estados Unidos. “Me mandaron a un lugar muy recóndito en las montañas de Georgia.” Regresó a Cuba en un barco de los exilados en enero de 1959. Entonces pensaba que Cuba entraba en una época en que se iba a producir un cambio dramático. “Sobre todo en los términos de la cultura política. En ese momento Cuba era uno de los países más desarrollados, todavía lo que se llamaba tercermundista, pero muy desarrollado en renglones de la economía. En algunos casos incluso Cuba era más rica que algunos estados muy pobres de la Unión Americana. Algunos economistas dicen que estaba en lo que llaman el despegue a entrar en una sociedad mucho más avanzada en términos de su progreso económico.” Sin embargo, políticamente el país no era tan avanzado. Había un nivel muy alto de corrupción que además era socialmente aceptada. “Si usted podía triunfar en los menesteres que fueran, aunque fuesen violando la ley, esta sociedad eventualmente lo recibía”.

Inclinación de Fidel Castro hacia el marxismo

Pedro Roig se incorporó a la lucha del Movimiento 26 de Julio. Sin embargo, hay que destacar que en el principio de la lucha se trataba de un movimiento donde había otras autoridades, no solamente Fidel Castro. Pedro se identificaba sobre todo con Frank País y José Antonio Echeverría. “Estas dos figuras de la lucha contra Batista no tenían ninguna simpatía por el marxismo. Los dos eran de formación cristiana, Frank incluso daba conversaciones y daba conferencias de cristianismo y era un hombre enormemente cargado de la fe. Sobrevive Fidel Castro con su marxismo.” Solamente un año después de la victoria de la revolución Fidel empezó a revelar su simpatía con el marxismo y se comenzaron a sentir las primeras señales de que el gobierno revolucionario se fue convirtiendo en un gobierno autoritario. Pedro todavía estaba en el proceso de terminar el bachillerato, pero empezó a sentir que les iban marcando la pauta de lo que tenían que decir y eso no le gustó. “Y yo desde siempre, incluso con los jesuitas, siempre sentí mi derecho a opinar. Ya alrededor del mayo de 1960 empecé a sentir que no cabía en aquel sitio.”

Fracaso de la operación en la Bahía de Cochinos

Llegó a Santiago donde un grupo de sus amigos le dijeron que en los Estados Unidos se estaba empezando a formar un grupo que iba a ser entrenado por los norteamericanos para luchar contra el autoritarismo y el dogma de Fidel Castro. “Es un dogma rígido, abrazado a la momia de Lenin. No tiene nada que ver con el futuro.” Entonces Pedro salió de Cuba y se incorporó al grupo que se estaba entrenando para la invasión. Ya en aquella época los Estados Unidos tenía información sobre los planes de incorporar a Cuba al bloque de influencia de la Unión Soviética y por lo tanto había urgencia de eliminar el gobierno de Fidel Castro. “Los norteamericanos tenían tres opciones. Primero, no hacer nada. Eso para ellos era inaceptable. La segunda era invadir a Cuba. Esa se discutió, pero decidieron no hacerla porque había la imagen de lo que les había pasado a los rusos en Hungría y estaba muy próximo, eso fue en 1956. De manera que, aunque lo discutieron, era una fórmula rápida, no tenía manera de fallar, pero el pago político en América Latina y en el mundo consideraron que era demasiado alto. Decidieron entonces ir a una forma de usar cubanos. (...) Entendíamos perfectamente que había que luchar por lo que es la libertad de Cuba. El modelo que se usó fue el que habían usado los norteamericanos para derrocar al régimen de Guatemala. Según Pedro fue un gravísimo error. La situación y el momento de Cuba de entonces no tenía nada de parecido con lo que había pasado en Guatemala. Al mismo tiempo los Estados Unidos recibieron una información de que Fidel Castro había mandado unos pilotos a Checoslovaquia para entrenarlos en los aviones de combate MIG y por eso había que acelerar el proceso. El batallón de Pedro se entrenó en Louisiana. Posteriormente se hicieron varios cambios a última hora y la operación fracasó. Entre las razones fue la decisión de cancelar la operación aérea y con el espacio aéreo controlado por el régimen de Castro no había posibilidad de triunfar. “Era tal la confusión en ese momento que uno de los barcos de la brigada nuestra por poco nos confundió con un barco castrista y por poco nos tirotea que nos hunden pegados en la Bahía de Cochinos. Bahía de Cochinos fue un gravísimo error porque las premisas del control del espacio aéreo y de la playa no se cumplieron.”

Vida en los Estados Unidos

Después del fracaso de la operación en la Bahía de Cochinos se quedó en los Estados Unidos. En el principio fue bastante difícil. Primero trabajó como taxista y posteriormente empezó a conducir un camión. Luego aprendió inglés y se matriculó en el Miami Day College, donde se graduó y se hizo profesor de historia y volvió a la universidad y se graduó en Derecho. Trabajó como director en la Radio y Televisión Martí hasta octubre del 2010. “Políticamente no he abandonado nunca mi compromiso de lucha. Los ideales que me llegaron a enfrentarme a Castro siguen vigentes”. Cooperando con Jorge Mas Canoso de la Fundación Nacional Cubano Americana hacía cabildeo que fue enormemente exitoso y llegaron a tener mucha influencia hasta en Washington. “Decían en aquella época que los tres lobbys más importantes de latinoamericanos en Washington eran Brasil, México y el exilio cubano. Y sí lo fuimos.”

Relativamente a la ideología de comunismo, Pedro dice: “El problema es: ¿quién es el que determina cuál es el bien común, ¿cómo se reparte? Y entonces la respuesta que ellos tienen es, y aquí hay algo ahora de semireligioso, de semimístico: un grupo de individuos predeterminados, preescogidos, que son muy puros ideológicamente, que son lo que ellos llaman vanguardia del proceso. Esa vanguardia es quien determina cuál es el bien común, es la que determina cómo se reparten los medios y esa vanguardia es también la que castiga.“

© Všechna práva vycházejí z práv projektu: Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation

  • Witness story in project Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation (Eva Kubátová)