“Con respecto a posiciones que en momentos determinados he tenido que afrontar por organismos de inteligencia y contrainteligencia cubanos, hacia mi persona al ver mi posición férrea de no claudicar a lo largo de casi esos doce años se utilizó un método asesino, vil y atroz en contra de mi persona. Cuando ya casi estaba extinguiendo yo la sanción de 12 años, a mí me tenían en una celda, pero yo tomo un medicamento. Soy una persona que soy dependiente, y me tenían en una celda de castigo, de aislamiento en la prisión de Holguín. ¿Qué hace el organismo de inteligencia y contrainteligencia cubano hacia un hombre que está en la posición que está y lleva tantos años y no lo cede de ninguna forma? Un hombre que ya está afectado, porque lleva muchos años tomando su medicamento, así que simplemente vamos a apartarle este medicamento. Con el paso de los días empezará a transfigurarse su sistema de dinamismo corporal en el aspecto cerebral, y ya él empezará a interactuar como la bestia, no como el hombre racional, que gracias a dios yo no he sido. Y después, vamos a utilizar el método de hacer un cambio de prisión, y llevarlo en medio de esta disloquez que él no entiende, que él es una bestia, llevado adonde lo van a estar esperando para ultrajarlo sexualmente. Esto es lo que hicieron conmigo”.
“Un hombre al no tener desde el 1959 hacia acá libertades que se posibiliten en su realización social, es un hombre que, (y cuando digo 'hombre', me estoy refiriendo a los dos término, hombre y mujer) que se siente un desgraciado. Porque un hombre no es como un puerco. A un puerco lo tiras en un corral, le das bastante comida, y el puerco es bastante feliz. Él no razona, ni tiene libre albedrío. Un hombre sin esta posibilidad de sentirse en sus derechos elementales sobre las faces de la línea, de poder decir ‘ando caminando con los pies por la tierra’, es triste saber, que este hombre, sepa a ciencia cierta, aunque sea el hombre más humilde, un trabajador de campo… Porque a veces hay personas que… Describir a ciertos trabajadores de campo porque no tenían niveles de escolaridad, sin embargo, aquellos hombres en aquel entonces, que no tenían niveles de escolaridad, me atrevo a decir, que tenían más talento y sabían expresarse más, y eran personas que, si se mide desde un punto de vista, se comportaban como intelectuales”.
Por la decadencia del Estado cubano, Cuba está en medio de una metamorfosis bastante complicada
Julio César Morales González nació el 23 de octubre de 1970 en la provincia cubana de Holguín como el mayor de tres hermanos. Concluyó estudios hasta el octavo grado, de los cuales hasta el quinto de éstos cursándolos en una Escuela Especial, debido a que su coeficiente no concordaba con los estándares educativos. Por lo tanto, su educación es autodidacta, sobre todo en el ámbito literario, ya que se considera un gran aficionado de la poesía. Por falta de una profesión específica trabajó en diferentes sectores de agricultura y de seguridad privada. En 1987 fue sancionado a un año de privación de libertad por desacato. En 1993 por una supuesta causa de sabotaje cayó en la prisión de Holguín, convirtiéndose en el más joven de los 71 presos políticos cautivos en Holguín en aquel entonces. En la prisión de Holguín, Julio César fue sometido a tortura, golpizas, maltrato médico privándolo de medicinas psiquiátricas sin las cuales su mente no funciona regular, y hasta ultraje sexual. En las prisiones cubanas sufrió más de 12 años de presidio político. Hoy en día, siente que Cuba va atravesando una metamorfosis, que, según su opinión va más lento de lo que esperaba, pero no pierde esperanzas de que el cambio llegará.