The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.

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Abel Peña Carcajal (* 1970)

• nació en 1970 y creció en la provincia Guantánamo, Cuba

• cursó la secundaria básica en el campo recolectando café y hierba

• desde pequeño sentía inclinación hacia el deporte

• a unos 13 años de edad fue aceptado en la Escuela de Iniciación Deportiva

• después cursó la Escuela Provincia de Educación Física

• posteriormente concluyó el Máster en Ciencia Deportiva

• su orientación opositora se debe a la sabiduría de su abuela la cual lo advertía ante el comunismo

• gracias a su excelente desempeño como deportista fue escogido a ser militante de la Juventud, pero rechazó

• se acercó al grupo opositor del Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País

• posteriormente se fue inclinando hacia la Unión Patriótica de Cuba

• primera huelga de hambre en febrero de 2019 en contra de la reforma Constitucional

• segunda huelga de hambre en marzo de 2021

• después de las huelgas, la represión contra Abel y su familia escaló de tal forma que su esposa Yanin fue forzada a emigrar

• Abel sigue viviendo en El Cristo y sigue siendo opositor de la UNPACU

***Český příběh je umístěn za španělskou verzí***

 

“A veces la narración se aleja de la realidad”, relata Abel Peña Carcajal, opositor cubano y miembro de la UNPACU, Unión Patriótica de Cuba.

Abel Peña Carcajal nació en 1970 y creció en la provincia Guantánamo, Cuba. Cursó la secundaria básica en el campo recolectando café e hierba, “y otras tantas actividades que realizaban los niños desde apenas 12 o 13 aňos”, recuerda.[1] “Desde la puerta para dentro de mi vivienda había valores muy particulares”, comenta Abel, resaltando el trabajo, el respeto y la disciplina como los pilares principales. Desde pequeño sentía inclinación hacia el deporte, así que a unos 13 años de edad fue aceptado en la Escuela de Iniciación Deportiva, dentro de la cual participaba en competencias deportivas incluso en niveles provinciales y sobre todo en la rama de la lucha libre. Después cursó la Escuela Provincia de Educación Física y posteriormente concluyó el Máster en Ciencia Deportiva. Era, como él mismo dice, “un joven ejemplar”. No era de sorprenderse que le propusieran ser militante de la Juventud Comunista. Se negó rotundamente.

“Mi objetivo era trabajar y ser atleta”, comenta y agrega su rechazo a la indoctrinación, que, junto con los sabios consejos de su abuela de que el comunismo no llevaba a nada bueno, lo llevaron al camino opositor. Su decisión vital le complicó la vida profesional – trabajaba en el Combinado Deportivo 19 de Noviembre, y al ser propuesto para una misión a Venezuela, le fue negada. “Me dicen que yo no puedo cumplir misión porque las misiones no se las pueden dar a un contrarrevolucionario”, recuerda. Posteriormente, fue expulsado de su centro de trabajo por la misma razón.

Opositor

Primero, se acercó al grupo opositor del Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País,[2] cuya filial fundó Abel en el poblado de El Cristo, Santiago de Cuba, donde reside hasta hoy en día. Poco a poco, sin embargo, se fue inclinando hacia la Unión Patriótica de Cuba, de la cual fundó su célula en El Cristo bajo el nombre de Huber Matos, en su propia casa. A la UNPACU, la sentía “más contestataria, más frontal, y con más interacción con el pueblo”, comenta.[3]

“Ya creada la célula Huber Matos en el poblado de El Cristo, conozco verdaderamente el rostro de la represión en su más fuerte y vil cara”, relata Abel. Empezaron asaltos, represiones y multas, y se iban agudizando semana tras semana, cada vez que los jueves intentaban reunirse los miembros de la UNPACU. Sin embargo, ni Abel ni sus colegas, abandonaban la idea de la lucha pacífica contra el régimen, y seguían en su activismo. Incontables veces detenidos, metidos en calabozos en condiciones infrahumanas, mantenidos en carros jaula bajo pleno sol del mediodía, llevados a decenas de kilómetros de su hogar y obligados a volver a sus casas sin zapatos, dinero o si quiera unas prendas de ropa. Todas estas maneras de represión las vivió Abel por parte de la Seguridad del Estado.

Huelgas de hambre

En 2019, “ya con un poco más de experiencia y más curtidos”, como describe la célula Huber Matos en El Cristo, se unieron a la huelga de hambre de todas las sedes de la UNPACU, como medida de mostrar su rotundo desacuerdo con la nueva Constitución Política de Cuba. “Nos dimos cuenta de que era una Constitución con mano de hierro, que no da oportunidades, que esclaviza”, describe Abel. El día 10 de febrero de 2019 iniciaron con su primera huelga de hambre, con la finalidad de “concientizar y reclamar”. Salían a las calles dentro de la propia huelga, cada día más deteriorados sus cuerpos por falta de alimentos, hasta que el 24 de febrero en un fuerte operativo fueron todos los huelguistas apresados y golpeados. “Debo aclarar, que fuimos torturados en esa unidad de policía”, reclama Abel y resalta que en ningún momento se les concedió cualquier derecho a los presos.

Las represiones se agudizaron todavía más después de la llegada de un tal oficial de la Seguridad del Estado Michel, quien sustituyó al malamente conocido capitán Torres. “[Michel] vino a buscar prestigio destruyendo a opositores pacíficos”, relata Abel y describe como la Seguridad le prohibía salir de su propia casa si quiera para abastecer a su familia de alimentos. Todas las sedes de la UNPACU sufrían de lo idéntico. A partir del 15 de marzo de 2021, entonces, fue convocada otra huelga de hambre, y la célula Huber Matos, por supuesto, se solidarizó. Duró casi 20 días, hasta que terminó en lo mismo que la primera, en un fuerte hostigamiento policial el día 24 de marzo de 2021.

La última palabra la tiene el pueblo

Pocos meses después, en julio de 2021, llegaron las amenazas a tal nivel que por las calles de El Cristo paseaban grupos de Respuesta Rápida de la Policía, según recuerda Abel, “con trozos de madera en las manos, y nos amenazaban directamente de que íbamos a ser masacrados si salíamos a la calle”. A los miembros de la célula de la UNPACU se los llevaron presos, pasaron tres días en el calabozo y les amenazaban con prisión que “a mi esposa y a mí nos iba a matar”. La esposa de Abel, Yanin Pérez Domínguez, no vio otra salida que emigrar. La familia de Abel se quebró. “El miedo, el terror, el abuso que comente la dictadura con los opositores, es insoportable”, comenta Abel al respecto. Él mismo sigue en el poblado de El Cristo, siendo opositor de la UNPACU. “La historia dice cuántos muertos, cuántos desaparecidos, cuántos cadáveres en el estrecho de la Florida…”, narra. “Pero la última palabra del destino de nuestra patria, la tiene el pueblo. Y la oposición estará al lado del pueblo toda una vida hasta que sea necesario”, concluye Abel Peña Carcajal.

 

[1] Más información sobre las Escuelas en el Campo, modelo educativo comunista que pretende alejar a los niňos del seno familiar y formarlos más fácilmente pro régimen, proporcionan también varios testimonios que recolectamos dentro del marco del proyecto Memoria de la Nación Cubana: Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation | Memory of Nations

[2] Más información sobre el Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País aquí: Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País | cuba30denoviembre (wordpress.com)

[3] Más testimonios de miembros de la UNPACU a ser encontrados aquí: UNPACU | Memory of Nations

 

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„Někdy je pouhé vyprávění daleko od reality,“ tvrdí Abel Peña Carcajal, kubánský disident a člen UNPACU, Vlastenecké unie Kuby.

Abel Peña Carcajal se narodil v roce 1970 a vyrostl v provincii Guantánamo na Kubě. Navštěvoval základní školu na venkově, kde se věnoval sběru kávy v rámci vládních programů a realizoval „mnoho dalších činností, které děti dělaly od pouhých 12 nebo 13 let,“ vzpomíná.[1] „Od prahu našeho domu vládly velmi specifické hodnoty,“ vypráví Abel a vyzdvihuje práci, respekt a disciplínu jako hlavní rodinné pilíře. Odmalička pociťoval sklony ke sportu, a tak byl asi ve 13 letech přijat na Sportovní iniciační školu, v rámci které se účastnil sportovních soutěží i na krajské úrovni a především v oboru wrestling. Později navštěvoval Zemskou školu tělesné výchovy a později dokončil magisterské studium sportovní vědy. Byl, jak sám říká, „vzorný mladý muž“. Nebylo divu, že mu navrhli, aby se stal členem Komunistické mládeže. Ihned odmítl.

„Mým cílem bylo pracovat a být sportovcem,“ říká a dodává, že odmítá indoktrinaci, která ho spolu s moudrou radou jeho babičky, že komunismus nikdy nevedl k ničemu dobrému, přivedla na cestu protirežimní opozice. Jeho zásadní rozhodnutí mu zkomplikovalo profesní život – 19. listopadu pracoval v Kombinovaném sportovním centru, a když byl navržen na pracovní misi do Venezuely, kvůli svému kádrovému posudku byl zamítnut. „Řekli mi, že mě nemůžou vzít, protože na misi nemůžou zapsat kontrarevolucionáře,“ vzpomíná. Později byl ze stejného důvodu vyloučen ze svého pracoviště.

V opozici

Nejprve oslovil opoziční skupinu Demokratické strany Franka Paíse 30. listopadu, jejíž pobočku Abel založil ve městě El Cristo v Santiagu de Cuba, kde žije dodnes. Postupem času se však přiklonil k Vlastenecké unii Kuby (UNPACU), jejíž pobočku rovněž založil v El Cristo, a to pod názvem Huber Matos. Cítil totiž, že UNPACU je „vzpurnější, přímější a ve větší interakcí s lidmi,“ komentuje.[2]

„Jakmile ve městě El Cristo vznikla pobočka UNPACU Huber Matos, skutečně jsem poznal tvář kubánské represe ve své nejsilnější a nejodpornější rovině,“ vypráví Abel. Začaly útoky, pronásledování a pokuty, které se týden za týdnem vyostřovaly pokaždé, když se členové UNPACU chystali ke každotýdennímu čtvrtečnímu setkání. Ani Abel, ani jeho kolegové však neopustili myšlenku mírového boje proti režimu a pokračovali ve svém aktivismu. Nesčetněkrát zadrženi, vězněni na samotkách v nelidských podmínkách, drženi v klecových vozech[3] pod plným poledním sluncem, odvlečeni desítky kilometrů od domova a nuceni vrátit se domů bez bot, peněz nebo dokonce i oblečení. Všechny tyto formy represe zažil Abel ze strany Státní bezpečnosti.

Hladovky

V roce 2019, „s trochu více zkušeností a o mnoho ostřílenější“, jak popisuje Abel, se pobočka Huber Matos v El Cristo připojila k hromadné hladovce všech poboček UNPACU, aby dali najevo svůj hlasitý nesouhlas s nově uzákoněnou ústavou Kuby. „Uvědomili jsme si, že je tato Ústava ústavou se železnou pěstí, že nedává lidu žádné možnosti a příležitosti, že jej zotročuje,“ popisuje Abel. Dne 10. února 2019 zahájili svou první hladovku s cílem „zvyšovat povědomí a vyžadovat změny“, jak zmiňuje. Ještě během samotné hladovky vyšli do ulic, přičemž jejich těla byla v každým dnem horším stavu kvůli hladovění, a 24. února 2019 byli během obřího policejního zátahu všichni hladovkáři zatčeni a zbiti. „Musím podtrhnout, že nás na policejní stanici mučili,“ vypráví Abel a zdůrazňuje i to, že vězňům nikdy nebyla přiznána žádná práva.

Represe se ještě vyostřily po příchodu jistého důstojníka Státní bezpečnosti Michela, který nahradil neblaze známého kapitána Torrese. „[Michel] si přišel vydobýt slávu masakrováním opozice s mírovým programem,“ vypráví Abel a dodává, že mu policie dokonce zakázala vycházet z domu, i kdyby třeba jen na cestu do obchodu pro jídlo pro rodinu. Všechny pobočky UNPACU trpěly tímtéž. Dne 15. března 2021 pak byla vyhlášena nová hladovka a pobočka Huber Matos se přirozeně solidarizovala s ostatními a přidala se. Hladovka trvala téměř 20 dní, dokud 24. března téhož roku neskončila stejně jako ona první hromadná hladovka, tedy policejním zásahem neuvěřitelných rozměrů.

Poslední slovo patří lidem

O několik měsíců později, v červenci 2021, dosáhly výhrůžky Státní bezpečnosti takové úrovně, že skupiny speciálních policejních jednotek procházely ulicemi El Cristo, jak vzpomíná Abel, „s kusy dřeva v rukou a přímo nám vyhrožovali, že nás zmasakrují, pokud jen vyjdeme na ulici,“ Členové buňky UNPACU byli zajati, strávili tři dny ve vězení a hrozilo jim vězení. Výhrůžky se tentokrát rozšířily i o rodinné členy. Abelova manželka Yanin Pérez Domínguez neviděla jiné východisko než emigrovat. Abelova rodina se rozpadla. „Strach, teror, zneužívání, kterého se diktatura dopouští na členech opozice, jsou nesnesitelné,“ popisuje Abel. On sám je stále ve městě El Cristo a zůstává členem UNPACU. „Dějiny nám vypráví o počtech mrtvých a zmizelých, o počtech utonulých ve Floridské úžině… Ale poslední slovo o osudu naší země patří lidem. A protivládní opozice bude stát po boku lidí po celý život, dokud to bude zapotřebí,“ uzavírá Abel Peña Carcajal.

 

[1] Více informací o venkovských školách, kubánském komunistickém vzdělávacím modelu, který se snaží děti vyjmout z rodinného lůna a snáze je vycvičit pro režim, přináší také několik svědectví, která jsme shromáždili v rámci projektu Paměť the Cuban Nation: Memory of the Cuban Nation / Memory of the Cuban Nation | Paměť národů

[2] Další svědectví členů UNPACU naleznete zde: https://www.pametnaroda.cz/cs/search?text=unpacu

[3] Klecový vůz je určitý druh policejního „antonu“, přičemž dlouhé hodiny zadržení uvnitř vozidla pod horkým kubánským sluncem je jeden z represivních způsobů boje proti opozici kubánským totalitním režimem.