The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.

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Andrés Manuel Guelmes Cedeño (* 1973)

Si nosotros como cubanos no nos llamamos a la reflexión, a la realidad en que vivimos, nos va a ser un poco difícil, si no cerramos fila

  • nació en Baire en el año 1973, República de Cuba

  • su familia es cristiana, tiene un hermano y dos hermanas

  • por su ideología la familia se mudó al oriente del Cuba

  • en el año 1980 su padre decidió abandonar el país, mientras que la familia se quedó en Cuba

  • perseguido por su religión y por su activismo

  • en el año 2000 firmó el proyecto Varela

  • regularmente participa en reuniones y protestas, también en el año 2018 contra la nueva Constitución cubana

  • está casado, su mujer es médica y tienen dos hijos, viven en Baire

Česká verze příběhu následuje po té španělské:

“Si nosotros como cubanos no nos llamamos a la reflexión, a la realidad en que vivimos, nos va a ser un poco difícil, si no cerramos fila”, advierte Andrés Guelmes, un activista cubano, en su narración sobre la vida de una familia cristiana en Cuba.

Pobreza e intensión a abandonar el país

Andrés Guelmes Cedeño nació en 1973 en Baire en una familia cristiana. De origen su familia es de La Habana, pero por su ideología (la familia era profundamente religiosa) se mudó al oriente de Cuba. Por esta razón él y sus tres hermanos nacieron en diferentes lugares: su primer hermano en La Habana, su hermana mayor en Santa Clara y Andrés con su hermana menor en Baire, donde la familia se asentó. En Baire, su papá se dedicaba a la agricultura, era machetero y la familia vivía en las condiciones miserables. Andrés describe que tenía una niñez triste, marcada por estar fuera del colectivo, y continua: “Fuimos una familia pobre y humilde, repudiados por parte de la población y maltratados en la escuela, porque teníamos una ideología diferente”. Como solución de la situación inaguantable en el año 1980 el padre de Andrés tomó una decisión ir a Estados Unidos. En la familia esta decisión despertó reacciones contradictorias, sobre todo el hermano de Andrés no quiso abandonar Cuba, así que la familia se quedó en Cuba. Su intención de salir de Cuba no se quedó sin consecuencias. Como una venganza por su deseo abandonar el país, sus vecinos tiraban huevos a su casa familiar. “Se acumularon muchas personas frente de mi casa y gritaban, tiraron huevos a mi casa porque queríamos abandonar Cuba y pensamos diferente”, explicó Andrés. Desde ese momento el papá de Andrés fue frecuentemente visitado por la Seguridad del Estado.

No me gustan las cosas impuestas

Para Andrés crecer en una familia religiosa no significaba solamente estar fuera del colectivo, sino que también vivir según otros reglamentos. Su padre le enseño el respeto a Dios y a la vez no respetar los símbolos patrios socialistas, como no jurar la bandera, ni inclinarla. Esta educación era bien manifestada en la escuela, donde Andrés se sentía muy incómodo, como un niño pequeño contra el sistema que le ponía órdenes. Por eso Andrés durante su entrevista muchas veces destacó que desde que era pequeño no le gustaron las cosas impuestas y siempre decía verdad, sin miedo al castigo. Se acuerda de un incidente en la escuela, cuando le obligó a decir: “Pionero por el comunismo, seremos como el Che[1]”. Pero Andrés replicó: “Yo no quiero ser como el Che, yo quiero ser como mi padre”.

Aunque todos los obstáculos durante su vida escolar Andrés llegó a doce grados y luego hizo una tarea técnico medio profesional [equivalente a Bachiller]. Su gana de participar en las actividades contra el régimen creció paulatinamente cómo aumentaron los incidentes que había viendo en su cercanía. Con los cambios en Europa llegaron tiempos malos a Cuba, bien conocidos como “Período especial[2]”. De esta etapa complicada de la historia cubana Andrés recuerda a los obstáculos en la vida cotidiana con los que la población luchaba diariamente. La escasez de los alimentos movió la gente a “inventar” la comida de nada, por ejemplo, a comer las cáscaras hervidas de plátano burro o los cucarachones amargos.  “A mí me dolió mucho ver todo lo que pasaba durante el período especial”, añadió tristemente Andrés. Él se dio cuenta de la necesidad de luchar por una Cuba libre cuando fue testigo de cómo el esbirro golpeaba a las personas que esperaban en la fila para comprar una cerveza. En el año 2000 firmó el Proyecto Varela[3]. ¿Porque? “Porque era necesario. Yo quería una Cuba libre del comunismo principalmente”. Desde ese momento él empezó a participar regularmente en las reuniones, donde nunca se sentaba en el rincón, sino que siempre estaba activo, levantando su mano y dando preguntas, como acentuó.

Un día vendrá el castigo

Cuando Andrés intensificó su participación asimismo aumentó el interés de la Seguridad del estado por su persona. Así comenzaron las visitas regulares de la Seguridad del estado en la casa de Andrés: por hablar en el parque, por visitar amigos, por participar en reuniones, porque según la policía ellos estaban conspirando contra el régimen. Su activismo claramente poseyó un impacto fatal a su familia. Sus hijos, igual que él hace años, tenían problemas en la escuela, los profesores citaban su mujer en la escuela por cada culpa – problemas con disciplina, vestimento de sus hijos. La esposa de Andrés la cual trabaja en la clínica estomatológica de Baire, le citaba la Seguridad del estado en el trabajo diciéndole acusaciones falsas sobre su marido.

Lo más duro afectó a Andrés y su familia cuando el gobierno de Cuba quería aprobar la nueva constitución del estado en año 2018. Vino una represión sistemática contra Andrés y su familia. Estuvo multado por cada paso, le amenazaron y le prohibieron salir de municipio: “No podía salir dentro de mi residencia, de lo que es mi propiedad, que son 10 de ancho, aproximadamente por 17 de largo. Pero que no lo discutiera con mi mujer y mi familia, y no podía hablar con ningún vecino de la Constitución. Porque si no, iba seguir siendo multado”. La cima de todo fue que a Andrés le echaron de trabajo porque la Seguridad del estado había describiéndolo como una persona problemática y contrarrevolucionaria, así que su jefe le simplemente anunció: “Mil gracias, pero ya no puedes más trabajar aquí”, cierra con amargura Andrés.

Sociedad cubana

En su opinión la sociedad cubana ahora tiene que unirse y enfrentarse a la realidad en que vive. “Nacimos en una mentira, estamos en una mentira y si no nos unimos podemos morir en esa mentira también”. Igual que es necesario para que se acabe desavenencia entre los líderes, entre los grupos opositores, porque cuando se critiquen entre ellos, se están dividiendo. Así no se puede llegar a la libertad, menciona Andrés y añadió: “En el país donde no haya democracia, donde no haya la libertad de presión, nunca se va a hacer una revolución”. Relacionado con esto es la necesidad trabajar más con la juventud, así que avanzar en áreas como es la educación y pensamiento crítico de la población en general. Explica que la flaqueza de la sociedad permanece en que los pueblos cubanos no tienen acceso a la información alternativa y tampoco creen en la información que no han visto en la televisión. Aunque Andrés sabe bien que su país vive en una situación pésima no pierde la esperanza de que Cuba logre su libertad y que se convierta en un país más próspero, un país democrático, donde la generación de sus hijos estuviere orgullosa a los que luchaban por esta libertad.

 

[1] Che Guevara, un revolucionario de origen argentino, era uno de los padres de la revolución cubana. Más información aquí: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/guevara.htm

[2] Período especial era un período de crisis económica en Cuba, causado por el colapso de la Unión Soviética en 1991. Más información aquí: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47941889

[3] Proyecto Varela fue un proyecto de ley dirigido por el activista político cubano Oswaldo Payá en 1998. Este proyecto propone la modificación de algunas leyes para avanzar en el mejoramiento de la sociedad. Más información: http://www.oswaldopaya.org/es/iniciativas-y-documentos/proyecto-varela/

 

Pokud se my jako Kubánci nepostavíme čelem k vlastní reflexi a k realitě, ve které žijeme, a nesjednotíme se, bude to pro nás těžké,“ říká Andrés Guelmes Cedeño, kubánský aktivista, který se svěřil se svými vzpomínkami na život silně věřící rodiny na komunistické Kubě.

Chudoba a touha opustit zemi

Andrés Guelmes Cedeño se narodil v roce 1973 v kubánském městě Baire. Pochází z hluboce věřící rodiny původem z Havany, která se ale kvůli své víře přestěhovala na východ Kuby. To je i důvod, proč se Andrés a jeho tři sourozenci narodili na různých místech: nejstarší bratr v Havaně, starší sestra ve městě Santa Clara a Andrés se svojí mladší sestrou v Baire, kde se celá rodina usadila. Otec se zde věnoval zemědělství, byl sekáčem cukrové třtiny a rodina přežívala v nuzných podmínkách. Své dětství proto Andrés popisuje jako velmi smutné, poznamenané tím, že vyrůstal stranou kolektivu, a dodává: „Byli jsme chudá a skromná rodina, zavržená částí společnosti a my děti vystaveni špatnému zacházení ve škole; to vše jen proto, že jsme byli věřící.“ Neúnosnou životní situaci se v roce 1980 Andrésův otec rozhodl vyřešit tím, že chtěl s rodinou odjet do Spojených států. Na opuštění země však v rodině nepanoval jednotný názor, především Andrésův starší bratr byl proti a celá rodina nakonec zůstala na Kubě. Jejich plán ale nezůstal bez následků, jako odplatu jim jejich sousedé poházeli dům vajíčky. „Před naším domem se shromáždilo množství pokřikujících lidí, kteří na náš dům začali házet vajíčka jen proto, že jsme chtěli opustit Kubu a jsme věřící,“ vysvětluje Andrés. Po této události kubánská státní bezpečnost začala pravidelně navštěvovat Andrésova otce.

Nemám rád, když mi někdo něco nařizuje

Dospívání v křesťansky založené rodině pro Andrése neznamenalo jen to, že vyrůstal stranou kolektivu, ale také to, že byl vychováván podle jiných pravidel. Jeho otec ho učil respektu k Bohu a zároveň nerespektování socialistických symbolů, jako nepřísahat na vlajku natož se před ní sklánět. Tato výchova byla patrná především ve škole, kde se Andrés cítil stísněně, jako malé dítě čelící systému, který mu ukládal příkazy. Svou nechuť k nařízením neopominul během rozhovoru několikrát zdůraznit, stejně jako fakt, že vždy říkal pravdu beze strachu z následků. V této souvislosti vzpomíná na jednu událost ve škole, kdy byl svou učitelkou nucen hlásat: „Pionýři pro komunismus, budeme jako Che.“[1] Andrés však neohroženě odvětil: „Já nechci být jako Che, já chci být jako můj otec.“

Zvláštní období

I přes všechny překážky a nepříjemnosti se Andrésovi podařilo vystudovat dvanáct tříd. S tím, co viděl kolem sebe, rostla jeho chuť podílet se na protirežimních aktivitách. V té době s měnícími se pořádky v Evropě nastaly špatné časy na Kubě, jinak známe jako „Zvláštní období“.[2] Z této nelehké etapy kubánských dějin si Andrés pamatuje překážky, se kterými museli obyvatelé ostrova denně bojovat. Nedostatek potravin přiměl Kubánce, aby se uchýlili k výrobě pokrmů doslova z ničeho, a lidé ke svému přežití jedli vařené banánové slupky nebo nahořklé brouky. „Bylo mi nesmírně líto všeho, co jsem během té doby viděl,“ smutně dodal Andrés. To, že je třeba bojovat za svobodnou Kubu, si s konečnou platností uvědomil, když se stal svědkem toho, jak byla skupinka lidí klidně stojících ve frontě na pivo napadena přívrženci režimu. V roce 2000 dokonce podepsal Projekt Varela.[3] Proč? „Protože to bylo třeba. Já jsem chtěl mít Kubu osvobozenou od komunismu,“ hrdě uzavírá Andrés. Od této chvíle se začal pravidelně účastnit různých shromáždění, na kterých nikdy neseděl v koutě, ale vždy byl aktivní a se zvednutou rukou kladl otázky, jak zdůrazňuje.

Jednou přijde trest

Byla to právě jeho zvyšující se protirežimní aktivita, která vzbudila zájem státní policie o jeho osobu. Začaly pravidelné návštěvy státní bezpečnosti v Andrésově domě: kvůli tomu, že promlouval v parku, že navštívil přátele, že se zúčastnil nějakého setkání, protože policie za vším viděla konspirování proti režimu. Jeho stupňující se aktivismus měl také neblahý vliv na zbytek rodiny. Děti, podobně jako před lety on sám, měly problémy ve škole, jejich učitelé si zvaly na schůzky Andrésovu ženu kvůli sebemenšímu prohřešku – problémy s disciplínou či nevhodnému oblečení. Manželku, která pracuje na zubní klinice v Baire, obtěžovala státní bezpečnost v práci a vykládala jí různá falešná obvinění o jejím manželovi.

Nejtěžší zkouška

Ta nejtěžší zkouška Andrése ale teprve čekala. V roce 2018, v době, kdy probíhala kampaň za schválení nové Ústavy,[4] ho zasáhla vlna silných represí. Andrés byl pokutován za sebemenší prohřešek, bylo mu vyhrožováno, a dokonce mu bylo zakázáno vycestovat za hranici města. „Nemohl jsem opustit svůj dům, svůj pozemek, který je 10 metrů široký a zhruba 17 metrů dlouhý. Nemohl jsem o tom mluvit se svou rodinou, ani s žádným sousedem. Pokud bych to porušil, dál by mi ukládali další a další pokuty.“ Vrcholem celé situace byla výpověď z práce. Státní bezpečnost ho totiž před jeho vedoucím popsala jako kontrarevoluční problematickou osobu a ten Andrésovi druhý den jen suše oznámil: „Mnohokrát děkuji, ale zítra už nemusíš chodit,“ hořce uzavírá Andrés.

Kubánská společnost

Podle Andrésova názoru se kubánská společnost musí sjednotit a společně čelit realitě, ve které žije. Jak říká: „Narodili jsme se ve lži, žijeme ve lži, a pokud se nesjednotíme, tak ve lži i zemřeme.“ Stejně tak důležité je, aby zmizely neshody mezi vůdci, mezi opozičními skupinami, protože pokud se mezi s sebou kritizují, tak se tím rozdělují. A to podle Andrése rozhodně není cesta ke svobodě. „V zemi, kde není demokracie, kde není svoboda tisku, nikdy nemůže dojít k revoluci,“ tvrdí a dodává, že stejně podstatné pro blaho kubánské společnosti je více pracovat s mladými lidmi a pokročit v oblastech vzdělávání a kritického myšlení obyvatel. Protože jak vysvětluje, slabost kubánské společnosti tkví v tom, že nemá přístup k alternativním zdrojům informací a nevěří ničemu, co neviděla v televizi. A ačkoliv si sám velice dobře uvědomuje, v jak těžké a pesimistické době jeho země žije, neztrácí naději, že Kuba jednoho dne úspěšně získá svou svobodu a stane se z ní prosperující demokratická země, ve které bude generace jeho dětí a vnoučat s pýchou vzpomínat na ty, kteří jim tuto svobodu vybojovali.

 

[1] Che Guevara, revolucionář argentinského původu, který byl jedním z otců Kubánské revoluce.

[2] Zvláštním obdobím se na Kubě označuje období hluboké ekonomické krize, kterou zapříčinil pád Sovětského svazu v roce 1991.

[3] Projekt Varela byla iniciativa, kterou založil kubánský disident Oswaldo Payá v roce 1998. Hlavní myšlenkou této iniciativy byla úprava některých zákonů ve prospěch všeobecného zlepšení ve společnosti.

[4] Kubánská vláda přišla s návrhem nové Ústavy. Ta byla následně v únoru roku 2019 schválena v referendu. Opozice vyzývala k bojkotu referenda či odmítnutí Ústavy, protože v ní byly pouze „kosmetické“ změny.

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  • Witness story in project Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation (Eva Kubátová)