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Los cubanos merecemos, primero que nada, libertad, tranquilidad, paz, que la espiritualidad vuelva a la vida de los cubanos y que todas las mañanas no sea sobrevivir por acabar el día
• Nacimiento y Juventud: Nació el 22 de junio de 1988 en Santa Clara, Cuba. Tuvo una infancia y juventud felices, con una situación económica relativamente buena debido a que su padre trabajaba en el extranjero. • El “Período Especial”: Era muy joven durante el “período especial” y, aunque no tiene muchos recuerdos, sabe que su familia enfrentó grandes dificultades para conseguir alimentos. • Carrera Profesional en Cuba: Trabajó como jueza profesional en el Tribunal Provincial de Villa Clara, especializándose en Derecho de Familia y Civil. Afirma que, aunque ningún juez en Cuba es verdaderamente independiente, su área de especialización le permitía trabajar con menos presión y vigilancia de la Seguridad del Estado. • Inicio de la Vigilancia y Presión: A partir de 2014, tras iniciar su relación con Edel (quien también era presidente del tribunal), comenzó a sentir una intensa vigilancia, incluyendo la escucha de sus conversaciones y un control que excedía lo profesional. • Decisión de Emigrar: La presión y la falta de libertad la llevaron a tomar la decisión de abandonar Cuba. • Experiencia como Inmigrante: Describe la vida fuera de Cuba como un cambio total y difícil. Resalta los desafíos de adaptarse a una nueva cultura, las dificultades en el mercado laboral, la educación de su hijo (quien nació fuera de Cuba) y la complejidad de establecer nuevas amistades. • Impacto Personal y Profesional de la Emigración: La emigración ha marcado profundamente su vida. Personalmente, lamenta que su hijo no tenga relación con su familia en Cuba. Profesionalmente, no ha podido ejercer su carrera como lo hacía en su país, lo que la ha obligado a reinventarse. • Reflexión sobre la Situación en Cuba (“Cuba Duele”): Expresa su dolor por la situación actual de Cuba, mencionando el colapso de los sistemas de salud y educativo, la represión y la desesperanza generalizada. Considera que el sistema actual es fallido y no ha cumplido sus promesas. • Visión de un Futuro para Cuba: Imagina un futuro con libertad de pensamiento, respeto por las diferencias y la posibilidad de que todos los cubanos puedan regresar a construir un país mejor, donde se pueda vivir con dignidad y no solo sobrevivir. Mensaje a los Cubanos: Su mensaje final es un llamado a la acción. Sostiene que ni conformarse con la situación actual ni emigrar son las soluciones definitivas. Insta a los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla, a luchar por el cambio y por la libertad y la dignidad que merecen.
Transcripción entrevista Maylín Fernández
Orador: Maylín Fernández Suárez
(00:00-00:30) Mi nombre es Maylín Fernández Surís, nací el 22 de junio de 1988 en Santa Clara, Villa Clara, Cuba. Yo, eh, durante mi infancia, eh, la verdad que tuve una infancia y una juventud eh, feliz. Incluso, eh, diferente, podemos decir, a a mis amigos, porque mi padre trabajaba fuera de Cuba y entonces, eh, el poder adquisitivo en mi casa era superior a los demás niños de la secundaria o quizás hasta de la universidad donde donde yo estudiaba.
(00:30-00:50) Eh, yo nací en el año 1988 y, eh, la verdad que era muy pequeña durante durante el período especial. Eh, no, no tengo prácticamente recuerdos de de esa etapa, pero sí sé que mi madre y mi mi abuela, eh, pasaron mucho trabajo, mi papá, para llevar la comida y mantenernos no solo a mí, sino también a mi hermano, que los dos éramos éramos muy pequeños en aquel en aquel tiempo.
(00:50-01:45) Antes de mi salida de Cuba, yo, eh, trabajaba, eh, como jueza profesional del Tribunal Provincial de de Villa Clara. Eh, gracias a al trabajo o a la misión internacionalista de mi padre, teníamos, tenía, eh, una casa en en Santa Clara y allí y allí vivía con con mi esposo. Eh, de mi trabajo, eh, primero que nada, me gustaba, porque lo escogí conscientemente y estudié lo que lo que estudié conscientemente porque me gustaba lo que lo que iba a hacer en el en el futuro. Eh, y como mi, digamos, mi especialidad era Derecho de Familia y Derecho Civil, que son derechos en los que no no existe, eh, interés o intromisión de la Seguridad del Estado, o no existe tanto interés e intromisión de la Seguridad del Estado en los procesos judiciales, pues, eh, aunque no era independiente, eh, porque los jueces en Cuba ninguno es independiente, eh, sí es verdad que me desarrollaba sin sin presiones ni, eh, ni la vigilancia, digamos, constante en lo en mi trabajo, en los procesos que realizaba de la de la Seguridad del Estado ni del ni del gobierno.
(01:45-02:20) También tuve la, digamos, la suerte de que durante el tiempo que trabajé en el en el tribunal, eh, el presidente era era Edel, eh, que además era era mi mi esposo, mi esposo unos muy pocos años antes de salir. Eh, lo que voy a decir no no tiene nada que ver con con que haya con la relación matrimonial que teníamos que tenemos, eh, pero sí es verdad que como jefe, eh, le daba mucha independencia a los a los jueces y mucha tranquilidad de que mientras su trabajo estuviera saliendo bien, los resultados estuvieran bien, eh, la población o el público que él atendía tuviera, eh, eh, una, digamos, satisfactorio, ¿no?, de que se sintieran bien atendidos, pues él no, eh, nos dejaba hacer nuestro trabajo.
(02:20-03:00) Fuera de esto, todos los problemas que, digamos que, o toda la presión que yo comencé a a sentir, eh, vino dada después del 14, eh, justo cuando comencé mi mi relación con con Edel. Durante esos años, sí que, eh, sentí, eh, vigilancia, que me escuchaban las conversaciones, que estaban muy pendientes de de nosotros, de lo que yo podía, de lo que no podía hacer, de lo que, o sea, era como un control, eh, que va más allá del control que se que puede existir en en el sector de trabajo.
(03:00-04:00) El gobierno cubano ha hecho muchísimo daño, no solamente en particular, sino también, eh, a todo un, digamos, a un universo de personas que pueden conformar una familia. Eh, estoy hablando de que cuando una persona emigra por por problemas políticos o o toma la decisión de de de salir de de salir del país o de no regresar al país por por tener un problema o una una discrepancia con con el gobierno, eh, la vida cambia totalmente. Eh, desde el lado de acá, de las personas que emigran, eh, no hay, eh, nada mejor que ser nacional, no hay nada mejor que vivir en el país donde tú naciste. Ser extranjero, eh, únicamente es agradable cuando uno está de vacaciones, porque tienes que adaptarte a otra cultura, porque tienes que adaptarte a otra idiosincrasia, a otras costumbres, eh, porque las personas no te van a entender a ti, tú tienes que entender a las personas porque tú estás llegando a a ese medio.
(04:00-05:00) Eh, es muy complicado el mercado laboral, insertarse en el mercado laboral, es muy complicado la educación de tus hijos, eh, es muy complicado incluso, eh, hacer amigos, porque, eh, los, digamos, los mejores amigos uno los tiene desde niño y desde niño, desde joven, la juventud, la universidad. Eh, ya es muy complicado llegar a un país y y hacer hacer amigos. No es que no los haya, porque sí que hemos encontrado grandes amigos, eh, pero es más complicado la la amistad de de esta que que casi que es impuesta, ¿no?, por el por la situación a la que tú puedes escoger libremente en tus años de en tus años de juventud o en tus años de incluso de de niñez. Y la vida te cambia totalmente. Te cambia en lo sentimental, te cambia en lo económico, te cambia en lo personal y aprendes a decir “estoy bien” por contestar a tu familia en Cuba, por tranquilizar a tu familia en Cuba, cuando realmente uno se está desmoronando, porque son tantos cambios y adaptarse a tantas cosas nuevas que que es complicado.
(05:00-06:45) Eh, lo otro que que marca muchísimo es la distancia, es, eh, querer y no poder estar ante una enfermedad de un ser querido, ante el fallecimiento de un ser querido, ante incluso las celebraciones de buenos momentos, eh, y tanto tu familia como tú se acostumbran a que tú no estás presente en esos en esos momentos. Como que te pierdes, eh, te pierdes la vida de la de tu familia en Cuba y tu familia en Cuba se pierde grandes momentos y grandes cosas o cosas importantes de de tu vida porque la distancia, eh, es algo que no que no se puede cambiar. Sobre todo la distancia en la que, la distancia que es impuesta, que es, eh, represiva, que es, eh, obligatoria por un por un régimen que ha decidido que tú no puedes volver, que tú no puedes disfrutar de los tuyos. Entonces, esa distancia que es impuesta, que va más allá de que si tengo papeles, de que si no los tengo, de que si tengo el dinero para ir o de que si no los tengo, porque sabemos que los cubanos por su propia idiosincrasia, por su propia capacidad de de de ser familiares, eh, hacen de todo cuando no tienen dinero por encontrar el dinero o por, eh, comprarles comida, enviársela a sus familiares o por las cosas que necesitan tratar de proveérselas desde desde el lugar donde estén, pero cuando la distancia es impuesta, cuando la falta de comunicación es impuesta, cuando la imposibilidad de estar es impuesta, sobre todo por el por el régimen de Cuba, pues el peso que que cargamos los cubanos en en el exterior es peor, porque no es que yo no quiera ir o es que yo no pueda ir, es que no me dejan. Y cargar con eso también es una carga emocional que que a la larga pues a a los cubanos nos pasa factura.
(06:45-07:45) Emigrar definitivamente ha marcado mi vida, primero porque nunca lo imaginé, eh, en mis en en mi juventud, eh, siempre pensé estudiar, porque estudié lo que quise, trabajaba donde quería y hacía lo que me gustaba. Entonces, eh, emigrar, eh, ha marcado totalmente desde mi vida personal, porque mis hijos, eh, no nacieron en Cuba, mi hijo no nació en Cuba, no tiene relación con su familia con su familia en Cuba. Eh, muchos de mis familiares no pudieron estar cuando mi hijo nació y muchos no lo conocen. Desde mi vida profesional, eh, yo no, no, no he podido ser lo que era en Cuba, lo que me hacía feliz в Cuba, porque además yo trabajaba porque me gustaba lo que lo que hacía y, eh, ha marcado mi vida profesional porque no he logrado, eh, volver a tener, eh, digamos o a a ejercer lo que yo lo que yo hacía. Eh, y eso ha marcado mi vida profesional y y y me ha obligado, digamos, a a superarme en otras áreas que yo no tenía pensado o a esforzarme por por lograr una homologación o por insertarme en un en un, en un mercado laboral que no, que no conozco, que no es el mío, eh, donde, eh, hay una diferencia, eh, de de lo que yo hacía a lo que tengo que hacer e incluso, eh, en mi en mi propia profesión es una diferencia abismal de lo que yo hacía en Cuba a lo que a lo que podré hacer en un futuro, eh, graduada ya o ejerciendo ya lo que lo que yo estudié, lo que yo estudié en mi país.
(07:45-08:45) Siempre escucho una frase que además me parece, eh, que que representa a muchísimos cubanos que viven en el exilio, que es que Cuba duele. Y duele muchísimo desde desde ver, eh, el colapso del sistema sanitario hasta ver la represión, hasta ver la incitación del del gobierno a salir a las calles y a y a enfrentarse cubanos contra cubanos por un sistema que claramente es un sistema fallido, un sistema que ya no funciona. Eh, un sistema que si bien en un primer momento, eh, digamos, llenó de esperanzas a muchísimas personas que lucharon porque cambiaran las cosas de en el año antes del año 1959, ya hoy se sienten decepcionados porque no tiene nada que ver lo que, digamos, lo que se prometió a lo que existe hoy en Cuba.
(08:45-09:30) Eh, hay un colapso del sistema educativo. Cuba fue por muchísimos años, eh, una una potencia en en materia de educación, donde llegaban los cubanos a cualquier parte del mundo, eran personas bien recibidas por su por su educación, por sus conocimientos, por un por un sistema educativo que los formaba integralmente y eso ya hoy no funciona en Cuba. Eh, y Cuba duele precisamente por eso, porque el presente, eh, está tan deteriorado que no se puede imaginar un futuro, eh, con ningún tipo de mejoría. Eh, tristemente siempre va a peor.
(09:30-10:15) Eh, de todas maneras, soñar siempre es importante y luchar desde desde el exilio por cambiar el estado de cosas que existe en Cuba, eh, yo creo que es un pensamiento de cada cubano, porque así, eh, no, es que no se puede vivir. Eh, me imagino un futuro en el que podamos volver todos, en que haya, eh, libertad de pensamiento real, en el que tú puedas pensar diferente, puedas decirlo y no pase nada. Eh, donde aprendamos del civismo, aprendamos del respeto a las diferencias y desde desde esas diferencias, pues, poder construir, eh, un país mejor, un país donde donde todas, todos y todas seamos incluidos, eh, y todos podamos vivir.
(10:15-11:00) Eh, que vivir no es, eh, tener de todo, vivir es es tener tranquilidad, es tener confianza en que lo que yo puedo trabajar, yo voy a poder tener, eh, un una vida digna, una vida tranquila, una vida que me permita que cuando yo haga mi jubilación, yo voy a poder descansar y no voy a tener que estar tirados en las calles, como vemos miles de, eh, cientos de personas deambulantes en en Cuba hoy o cientos de personas que han llegado a su edad de jubilación o son ancianos que no tienen, eh, cómo sustentarse. Entonces, un futuro, eh, sin el régimen, eh, sin sin el régimen, eh, cubano tiene que ser un un futuro posible, porque lo imposible es continuar como está Cuba actualmente.
(11:00-12:30) Si yo pudiera dirigirme hoy a los jóvenes cubanos, a las madres cubanas, a las mujeres cubanas, a los incluso a los niños cubanos, eh, a a todos en general, desde mi desde mi experiencia, lo único que les puedo decir es que subsistir no es la solución. Eh, esperar que algo que algo cambie no es la solución. Eh, conformarse con el estado de cosas, con la miseria, con el hambre, con los apagones, con la falta de libertades en todos los sentidos que tenemos en en Cuba no es la solución. Conformarse porque es lo que hay, no es la solución. Y desde un punto, desde mi punto de vista, salir y emigrar tampoco es la solución, porque es que en Cuba hay muchísima gente que quiere, pero no va a poder salir de Cuba. Entonces, desde mi vivencia, la solución no no es quedarnos a esperar a ver qué pasa. Eh, tenemos que cambiarlo, tenemos que cambiarlo los de aquí y tenemos que cambiarlo los de allá. Y luchar de por lo que queremos, por lo que necesitamos y por lo que merecemos, porque los cubanos merecemos, primero que nada, libertad, tranquilidad, paz, eh, que que la espiritualidad vuelva a a la vida de los cubanos y que todas las mañanas no sea sobrevivir por por acabar el día.
(12:30-13:02) Agradecerle infinitamente, eh, esta oportunidad, eh, eh, a través de de darle voz a las personas que que están en el en el exilio, sobre todo a las personas que que no están en un exilio voluntario, que están aquí porque no pueden regresar, porque no les permiten regresar o por miedo a que pudiera pasar algo si si regresan. Muchísimas gracias, un excelente trabajo y lo que lo que necesiten, pues, pueden contar conmigo.
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