Manuel Cuesta Morúa

* 1962

  • “De hecho, y por esa represión yo asumí cierta estrategia, porque al final para mí casi toda la represión en Cuba es psicológica. Bueno, no me dio preso gente, condenados injustamente a otros tantos. Pero fundamentalmente la represión es del tipo psicológica. Que significa la represión psicológica, es destruir al represalio a toda su interior física, mental y moral. Para que se convierte en un guiñapo y haga una de estas dos cosas: o abandone el terreno o se vaya del país, que es otra manera de abandonar el terreno. Eso lo hace que, básicamente marcando perfiles. Llegó un momento, yo recuerdo que sí, yo no voy a denunciar que me detuvieran, eso es lo que ellos quieren”.

  • “Un delegado independiente solo en Guantánamo, que el Gobierno dejó ganar y que al final no resuelve ni el azúcar ni el pan ni el colegio ni la salud de los habitantes de su comunidad. La gente y su comunidad, mira, esto tampoco sirvió. De hecho, por eso nos alejamos, recuerdo cuando en Cuba no han dejado ganar a nadie. Porque lo que estamos tratando era reabrir el juego de legitimidad, que la gente sepa que pueden escoger un candidato independiente. Uno, que ese proceso se convierta en nuevo proceso masivo. Si no se logra que un número equis importante de ciudadanos apoyen una iniciativa como está claro que no va a pasar. Y lo que nosotros estábamos buscando es justamente eso. Que la sociedad reconozca la pluralidad. Que es legítimo que cualquier ciudadano en su comunidad dice: ´Mira, yo quiero ser delegado, yo quiero ser presidente de la Asamblea Nacional, yo quiero ser el Gobernador de la cuidad o el gobernador de la provincia, yo quiero ser el presidente o la presidente´. Y es un proceso gradual, el cual se construye esta legitimidad a partir del apoyo que el ciudadano le da al asunto. Por eso yo digo que el ´Otro 18´ [iniciativa con el fin de elecciones libres] no fue exactamente fiasco, desde la perspectiva que nosotros lo pensamos. Está claro, que fue una derrota de la perspectiva de lo que lo pensaron los demás”.

  • “Es la continuidad [el periodo especial se denomina la crisis socioeconómica de los años noventa] del 86 [1986]. El periodo especial de 91 [1991] tiene su antecedente político en el discurso político de 86 de rectificación de error hay tendencia de antiguo, es la profundización de ese, pero con un impacto social. Es el intento de reducir a cero la opción de rectificar el rumbo, aunque fue retraídamente dentro de la opción llamada socialista, el socialismo real. En este momento Cuba perdió la oportunidad de retomar el camino, que abandonó o que no quiso tomar en año 86, pero mandó Fidel Castro el mensaje que eso no iba a suceder. Y ahí comienza el periodo especial, el desabastecimiento estratégico y de idea del 86 tuvo su parte en desabastecimiento de producto y mercancía y alimento en el año 91. Y de pronto de la noche a la mañana, Cuba carece de todo”.

  • “Aquí yo era la explotación de trabajo infantil. Yo trabajé como todos los que estuvieron becados conmigo en los planes citrícolas y nosotros tuvimos que cumplir, con doce, trece años, metas, como cualquier trabajador. Para mandarina, cultivar, cosechar mandarina, naranja, fresa. Nunca se considera que eran los responsables de modo que cuando me dicen que la educación era gratuita, yo digo, que la pagué! En toda mi etapa secundaria y toda mi etapa preuniversitaria yo pagué mi educación, no mi padre. Y esto es importante, lo digo con toda mi vehemencia y con todo el fundamento. Quien pagó mi educación, fui yo. Recogiendo millones de cajas de toronja, naranja, mandarina o fresa para exportar, porque así nos decían que era para exportar, y eso durante seis años. Mi educación fui pagada por mí, ni siquiera fue pagada por mi padre”.

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    Cuba, 04.07.2019

    (audio)
    duration: 03:39:45
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Lo que vale es la palabra, no la violencia

Manuel Cuesta Morúa
Manuel Cuesta Morúa
photo: Post Bellum

Manuel Cuesta Morúa nació el 31 de diciembre 1962 en La Habana. Actualmente pertenece a los opositores políticos al régimen cubano más importantes del país. Estudió Historia, Politología y Relaciones Internacionales en la Universidad en La Habana. En 1991 se unió al grupo “Corriente Socialista Democrática Cubana”, en 1996 lo proclamaron Secretario General de esta misma agrupación. En 2002 fundó “Arco Progresista”, organización, que unió a las agrupaciones socio-demócratas en Cuba y en el extranjero. Una de las iniciativas del Arco Progresistas es la “Plataforma Otro 18”, creada con la finalidad de promover los postulados y a los postulantes independientes en las elecciones de 2018 en Cuba, cuando Raúl Castro anunció su abandono del poder. Hoy día continúa con sus actividades enfocadas en la reforma electoral tras más plataformas ciudadanas. Reside en La Habana.