The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.
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Los valores humanos no son patrimonio ideológico de nadie
Información Personal: Carlos Cabrera nació en La Habana, Cuba, en 1962. Actualmente reside en Madrid, España, desde 1991. Infancia y Juventud: Describe su infancia como “agradable”. Su familia poseía una casa en la playa, un lugar que idealizaban y disfrutaban durante casi todo el año. Su juventud transcurrió dentro del “proceso revolucionario”, ya que su familia militaba en la Revolución Cubana. Gracias al trabajo de su madre, tuvo la oportunidad de viajar al extranjero.
Vida Profesional en Cuba: Antes de emigrar, trabajaba como corresponsal adjunto para dos agencias de noticias extranjeras: la española EFE y la agencia IPS (de capital holandés). Esta labor le permitió cubrir eventos históricos como el desmoronamiento del bloque socialista y la caída del Muro de Berlín, así como los cambios vertiginosos que ocurrían en Cuba. Causas de la Emigración: El gobierno cubano, descontento con el contenido de sus crónicas y comentarios, le retiró su credencial de periodista. Se le ofreció la alternativa de “reeducarse” en la agricultura o marcharse del país. Optó por emigrar, eligiendo España como su destino.
Impacto del Régimen: El régimen afectó su vida al vivir bajo una dictadura y al enfrentar la constante intromisión del poder y de la seguridad del Estado en su trabajo profesional. Aunque su familia intentó protegerlo de las carencias materiales, él era testigo de las dificultades que sufría la población, como la escasez, la falta de transporte y las limitaciones generales.
Experiencia Migratoria: Considera la emigración como una experiencia “muy positiva” que enriquece. Le enseñó a respetar al adversario y lo alejó de cualquier “tentación totalitaria”. Agradece a España y valora la oportunidad de haber conocido a figuras del exilio cubano como Gastón Baquero. Afirma que no decidió ser padre hasta que estuvo fuera de Cuba. Visión sobre Cuba:
Presente: Evalúa el presente de Cuba como “muy negro”, describiendo al país como un “Estado fallido” donde la población sufre graves carencias, incluyendo la muerte por enfermedades curables y la falta de servicios básicos. Denuncia la existencia de casi 1.000 presos políticos, en su mayoría jóvenes.
Futuro: Cree que el futuro de Cuba depende de la capacidad de los propios cubanos dentro de la isla. Apuesta por un futuro de democracia y prosperidad, basado en el “perdón, pero no olvido”. Mensaje Final: Aconseja a las futuras generaciones que “vivan”, que no discriminen y que mantengan valores como la sensibilidad, la honradez y la lealtad. Subraya que vivir plenamente es la forma de aprender, crecer y enriquecerse como ser humano
TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA
Entrevistador (00:46): Buenas tardes. ¿Nos puede compartir cuál es su fecha de nacimiento y lugar?
Carlos Cabrera (00:52): Bueno, primero me voy a presentar. Carlos Cabrera, cubano, residente en Madrid desde 1991. Y como tenemos un solo micrófono, nos vamos a tener que intercambiar el micrófono, pregunta-respuesta, pregunta-respuesta. ¿Su pregunta era?
Entrevistador (01:17): Si nos puede compartir cuál es su fecha de nacimiento y lugar.
Carlos Cabrera (01:21): La Habana, 1962.
Entrevistador (01:27): Muy bien. ¿Cómo recuerda su infancia y juventud in Cuba?
Carlos Cabrera (01:32): Agradable. Eh, yo tenía la suerte de que mi familia tenía la casa en la playa y entonces siempre, a pesar de que somos una isla, pues los cubanos siempre han idealizado la playa, aunque solo suelen disfrutar de ella julio y agosto. El resto de los meses no no eran o no son disfrutables, pero nosotros sí. Nosotros la usábamos casi todo el año, incluso cuando había norte, yo recuerdo que los peces pequeños vienen a la orilla a refugiarse del oleaje y la resaca, y entonces vienen los tiburones y nos entreteníamos en contar las aletas de los tiburones. Y la juventud, dentro del proceso revolucionario, porque mi familia, tanto por parte de madre como por parte de padre, eh militaban en lo que se conoce como la Revolución Cubana, y así. Y tuve la ventaja, gracias al trabajo de mi madre, de viajar y conocer algunos países. O sea que alternaba estancias en Cuba con estancias en el extranjero.
Entrevistador (03:07): ¿Cómo describiría su vida cotidiana antes de los eventos que le llevaron a emigrar?
Carlos Cabrera (03:14): No, era una vida de trabajo profesional. Yo era contratado local, pero corresponsal adjunto de dos agencias de noticias extranjeras: la española EFE y eh una que teóricamente era italiana, porque tenía su sede central en Roma, IPS, pero realmente era de capital holandés. Y entonces, fue una experiencia profesional importante porque me permitió cubrir eh cómo vivió Cuba el desmoronamiento del campo socialista entonces, es decir, la Unión Soviética y sus satélites, incluida la caída del Muro de Berlín. Y en esa etapa se produjeron cambios vertiginosos, unos para bien, otros para mal, en Cuba y bueno, yo tenía que cubrir todo eso como parte de mi trabajo profesional.
Entrevistador (04:47): ¿Qué circunstancias marcaron su decisión de abandonar Cuba?
Carlos Cabrera (04:52): Fueron circunstancias que el gobierno cubano, descontento con el contenido de mis notas, sobre todo los comentarios que hacíamos los fines de semana que nos pedía la redacción central de Madrid, pues decidió retirarme la credencial de corresponsal extranjero acreditado. Y entonces me dieron la opción de irme a la agricultura para reeducarme ideológicamente o de marcharme. Y yo, por supuesto, decidí marcharme. Además, decidí marcharme a España.
Entrevistador (05:32): ¿Cómo afectó el régimen totalitario cubano a su vida personal, familiar o profesional?
Carlos Cabrera (05:40): Bueno, afectó, primero de manera general, lo que es vivir bajo una eh dictadura y aunque eh mis padres y mis abuelos se esforzaron siempre porque tuviéramos una vida material eh lo más eh desahogada posible, no dejaban de eh aflorar tensiones. Y en el plano profesional, incluso cuando trabajé en la prensa oficial, pues constantemente la intromisión del poder, de la seguridad del Estado y de otros factores, como dicen allí, eh entrometiéndose en el trabajo profesional, porque no comparten visiones, es decir, piensan que uno debe escribir al dictado.
Y en el caso de la prensa oficial, uno lo puede entender, pues en definitiva la pagan ellos, lo cual un periodista oficial, aunque tenga un pensamiento diferente, no es más que un asalariado de ellos. Pero sin embargo, no comprenden que cuando uno trabaja para otros, pues eh el que paga es el que decide los contenidos editoriales. Y bueno, ha habido amigos que fueron presos, que fueron detenidos, eh tanto por circunstancias políticas como por delitos eh comunes. Y aunque yo no padecí la mayoría de las limitaciones materiales que padeció el resto de la población, pero sí las veía, ¿no? Veía a la gente eh amontonándose en las paradas de guagua, veía a la gente mal vestida, eh prácticamente sin calzado, en diferentes etapas, ¿eh? Porque no es solo la crisis económica de los 90. Y y veía a la gente eh carente de todo.
Eh mira, yo recuerdo una noche que acompañé a mi padre a la boda de un compañero suyo y la estábamos pasando muy bien hasta que uno de los chóferes dijo: “No, es que yo no puedo beber porque tengo que llevar a Carlitos al aeropuerto, que coge el vuelo para Panamá mañana y sigue a Venezuela”. Yo era un adolescente, es decir, yo no iba como funcionario ni a nada de eso, iba a reencontrarme con mi madre. Y aquello cambió el clima de la... todo el mundo me empezó a mirar con interés, con con una cierta envidia también algunos, tal, pero sobre todo con interés, ¿no? Y entonces, eso de estar siempre siendo el distinto, siendo el diferente, pues no deja de afectarte, claro.
Entrevistador (08:50): ¿Qué impacto cree que ha tenido la experiencia de emigrar en su vida?
Carlos Cabrera (08:54): Ah, muy positivo. La emigración enriquece porque conoces otra cultura, aunque la cultura española y la cultura cubana son muy parecidas, pero sobre todo aprendes a respetar al adversario, te alejas de cualquier tentación totalitaria de criminalizar al adversario y descubres una gran nación como es España, con sus virtudes y sus defectos, pero ha sido muy positiva y y yo le estoy muy agradecido. De hecho, yo no decidí ser padre hasta que no estuviera fuera de Cuba. Así que, básicamente es eso, igual se me olvida algo, pero mi experiencia es positiva y de profundo agradecimiento. Y también me dio la oportunidad de conocer a cubanos excepcionales como Gastón Baquero, Pío Serrano, Felipe Lázaro, seguramente que olvido a alguno y no me gustaría ser injusto con nadie, que eran eminentemente de una cultura republicana y un orden diferente, pero comprometidos con el amor a Cuba y con la lealtad a los mejores valores de Cuba que lamentablemente el castrismo ha ido extirpando.
Entrevistador (10:20): ¿Cómo evalúa usted el presente y el futuro de Cuba?
Carlos Cabrera (10:24): Bueno, el presente muy negro. Hay un desfallecimiento general del Estado, es un Estado fallido, y eso en un país como Cuba es grave porque obligaron a la gente a depender para todo del Estado, por lo menos hasta la crisis económica de los 90. Y después, cuando aparece Chávez en el horizonte político de Fidel Castro, intentan retornar al viejo esquema, aunque ya no lo pudieron conseguir porque Chávez no fue tan generoso como la vieja eh Unión Soviética. Presente preocupante, hay personas que mueren de enfermedades curables, hay cientos de personas sin servicios de agua potable, sin electricidad, hay casi 1.000 presos políticos, es decir, hay alguien que va a la cárcel porque piensa diferente a los postulados del régimen. En su mayoría jóvenes criados y formados dentro de lo que podríamos llamar el tardocastrismo, ¿no? Porque los presos del 11J son todos jóvenes nacidos en el ya en el en el tardocastrismo.
Y el futuro dependerá de la capacidad de los propios cubanos, principalmente de los que están dentro, porque los afuerinos, los emigrados, siempre tenemos un rol secundario en las transiciones de dictadura a democracia, y dependerá del escenario que sean capaces o que seamos capaces de dibujar. Yo, por supuesto, apostaré por un escenario de perdón, pero no olvido, eh y que el país se enrumbe hacia la democracia y la riqueza lo antes posible. Pero claro, eso es un deseo, no está en mis manos y depende, en primer lugar, de los que desgobiernan a Cuba actualmente, que parecen ciegos y sordos a la actual gravedad de la situación.
Entrevistador (13:17): Y por último, si pudiera enviar un mensaje a las futuras generaciones sobre sus vivencias, ¿qué les diría?
Carlos Cabrera (13:24): Que vivan. Que no discriminen a nadie, que se rocen con todo tipo de de personas, que no pierdan ni la sensibilidad, ni la honradez, ni la lealtad a lo que sea, a los principios que sean. La honradez, la, es decir, los valores humanos no son patrimonio ideológico de nadie, son valores humanos. Pero sobre todo que vivan, porque viviendo es que aprendes, creces y te enriqueces como ser humano. Muchas gracias.
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