Carolina Barrero

* 1986

  • "Yo creo que ese cambio, aunque no se haya precipitado completamente, ya ha empezado a suceder. Cuba no es la misma después del 11 de julio [2021], no lo podrá ser jamás. Lo que tiene que suceder, ya ha empezado a suceder. Cuba está en el umbral de una potencial transición, la pregunta es hacia dónde. Si hacia una transformación del régimen, a que mute a otra forma de autoritarismo. Si a una democracia limitada y defectuosa, si a un modelo ruso, vietnamita, de capitalismo de Estado, que ya está, pero bueno, con crecimiento económico, pero con restricciones del espacio cívico y político. O hacia una democracia plena. O hacia un Haití, que dicen que la crisis está profunda que va hacia un quiebre del estado total. Y nuestra responsabilidad es intentar forzar que esa transición sea hacia una democracia plena. Eso no puede ser la tarea de una sola persona, tiene que ser de todos. Y esta debe ser nuestra mayor responsabilidad. Garantizar que la transición sea una transición sólida, madura, estable. Que consolide el proceso de democratización. Que será por supuesto lento y difícil, con muchos retos, pero no imposible. Y ese es el camino. Por lo menos que yo, desde aquí y desde Cuba también [veo]. Porque si volví una vez, volveré siempre."

  • "[Un agente de Seguridad del Estado] me dijo: ‘Carolina, esto es así. Si tú en 48 horas no te vas, nosotros vamos a procesar por desorden público a las madres que protestaron contigo.’ Yo a eso le dije: ‘Pero ¿para ustedes el amor de una madre es desorden público?’ Y entonces me dijo: ‘No dudes que lo vamos a hacer porque llevamos 20 años haciéndoselo a las Damas de Blanco.’ Es la única vez que yo he llorado delante de la Seguridad del Estado. Y en el aeropuerto también. Pero mira, una cosa es que tú puedes decidir por tu propio bienestar. Por ti mismo. Tu propia responsabilidad sobre tus actos. Y otra cosa es cuando dependen otras personas de eso. En realidad, lo que hizo la Seguridad del Estado conmigo, ellos no me dieron una opción, allí no había una opción. Y me llevaron al aeropuerto y básicamente casi que me sentaron en el asiento. O sea, custodiada hasta el último momento. Recuerdo que lo último que le dije al agente de la Seguridad del Estado que me llevó, que fue el mismo que me chantajeó y que me forzó de esta manera. Lo último que le dije fue: ‘Yo voy a volver.’ Y él me dijo: ‘Yo lo sé.’ Y ya. El avión despegó."

  • "No hace falta gritar. Yo me siento muy orgullosa de ser cubana. Creo que a veces los cubanos nos hemos dado mucho con el látigo y nos hemos sentido menos de lo que realmente somos. La dictadura nos ha creado un complejo de muchas cosas, entre ellas de que no hemos sido lo suficientemente valiente. Y yo sé que todo eso es parte de la forma de que el estado totalitario ha querido colonizar nuestra imaginación, nuestra visión sobre lo que realmente somos. Me siento muy orgullosa de ser cubana y de nuestra historia. Y por eso tengo una fe muy profunda en la capacidad que tenemos de crear y refundar nuestra nación basada en la verdad, en la justicia y en la libertad. Creo en eso profundamente, como en pocas cosas."

  • “Primero se fue mi padre, yo tendría un año o dos. No lo recuerdo. Pero sí recuerdo las conversaciones en mi casa sobre lo que significaba 'irse del país', que es una frase que se repite mucho en Cuba. Se fue del país. Eso en un país totalitario como Cuba es como si uno saliera a otra dimensión. Porque además Cuba siendo una isla, el aislamiento, la narrativa del régimen que te hace pensar que hay un afuera y hay un adentro. Hay como una separación mucho mayor que en cualquier otro viaje que se pueda hacer en un país distinto. Entonces mi papá en estaba allá afuera, casi que en otra galaxia, o en otra dimensión, y venía de visita cada año o dos, dependiendo de las posibilidades, un ratito y se volvía a ir. Yo sabía que esa era una condición especial y permanente. Luego, cuando yo tenía seis, mi madre también se fue. Yo amanecí un día y mi abuelito me dijo: ‘Tu madre se fue.’ Yo tenía seis años. Yo a mi madre la quiero mucho y estoy muy orgullosa de ella y le entiendo. Y también sé lo difícil que pudo haber sido para ella decirle a su hija: ‘Me voy.’ Es la realidad de muchas familias en Cuba, la separación por el exilio o por la prisión de las madres y los padres con sus hijos. Porque la familia es probablemente la primera víctima del castrismo y de la dictadura.”

  • “Curiosamente, en el segundo [Showroom, actividad hecha para artistas jóvenes por Carolina] estaba planificado, eso sí lo recuerdo muy bien, Luis Manuel Otero Alcántara. En ese tiempo ya yo lo conocía, lo conocí de hecho trabajando en el [Centro del Arte Contemporáneo] Wilfredo Lam. Mi puesto asignado era en la biblioteca, básicamente era quitando el polvo a los libros y actualizando el catálogo de la biblioteca, que es un puesto, digamos, marginal, aunque me daban acceso a presentar alguna iniciativa como esa que bloquearon inmediatamente. Me decían: ‘Claro, sí puedes hacer eso.’ Pero siempre controlada. O me daban acceso a que participara en las reuniones también. Pero mi puesto era quitarles el polvo a los libros. Y estando allí, quitándole el polvo a los libros, llegó Luis. Yo no lo conocía, y él en ese tiempo empezaba a ser artista autodidacta. Ya tenía, eso sí, esa serie, que es una de sus series más bonitas y más poderosas, es del 2011 o 2012. Se llama Los Héroes No Pesan. Son tallas de madera en palo quemado, están inspiradas en cubanos que pelearon en la guerra de Angola y volvieron mutilados, y fueron olvidados también. Por eso se llama Los Héroes No Pesan. Yo creo que es una de sus grandes, grandes series que ya la tenía hecha y empezaba con su parte performática. Había hecho el performance de la Virgen por todo Cuba, una Virgen de papel maché. Estaba ligando lo escultórico y lo performático. Porque en la obra de Luis, todas sus esculturas tienen algo de performático. Todos sus performances tienen algo escultórico. Y él estaba en este tránsito. Recuerdo que llegó, como es Luis, muy carismático, muy abierto, muy desenfadado. Entró así a la biblioteca como a las dos de la tarde. Y que dónde están los curadores. Y yo, bueno, es la hora de comer, estoy yo, limpiando los libros. Me dice: ‘Yo tengo un USB y un Power Point con mi obra’. Yo le dije: No sé si mañana puedes venir, o me lo puedes dar, yo lo copio a la máquina, así era como funcionaba. Como yo estaba en mi idea de Showroom y de los artistas jóvenes, yo también lo quería ver, le dije: Mira, yo estoy con este programa, para que vengas al próximo. Iba a venir al próximo, pero bueno, no pudo ser. Entonces se sentó conmigo, pusimos el USB, abrimos el Power Point, y él me empezó a enseñar lo de Los Héroes no Pesan, y lo de la Virgen, y contarme todo lo que quería hacer. Estuvimos hablando toda la tarde, como tres horas. Y nos reímos muchísimo. Y así empezó nuestra amistad."

  • “Hay una intervención total del Estado en la educación, en los programas, en los índices de aprobados y en la calidad, la validación, que se tenía en tiempos de la Unión Soviética o al principio de la Revolución con el tema de la alfabetización, que fue lo primero que hizo Fidel Castro. Pero es que enseñar a leer y a escribir a todo el mundo no es lo mismo que enseñarles a pensar por sí mismos. O sea, tú les enseñas a leer y escribir, pero después les llenas la cabeza de propaganda o de una visión del mundo que es una mentira, como en 1984 [nota: novela de Orwell]. Si tú puedes leer a Marx y a Lenin y los discursos de Fidel, de hecho, seguramente le favorecerá al estado totalitario que tengan las herramientas para seguirte controlando tu pensamiento. Ahora a pensar por ti mismo, eso nunca nos lo enseñaron. A lo mejor ser buenos científicos, buenos médicos, para después usarnos en función del Estado. No en función a nuestra propia independencia, autonomía y libertad como ciudadano."

  • “Yo nunca he creído en eso del adentro y el afuera. Cuba es un país que está más allá de sus fronteras. Cuba no está constreñida en el mapa geopolítico de la isla. Esto lo he dicho muchas veces. Creo que el castrismo y la dictadura le dieron un mazazo a la isla y todos esos pedazos salieron eyectados, atomizados, por todo el mundo. Cuba es un país atomizado en el mundo. Y todos esos pedazos, más o menos consciente, giran y gravitan alrededor de la idea, no sé si de volver, pero de tener un país nuestro. Yo pienso de Cuba así. Por tanto esa idea del afuera y del adentro que el régimen siempre ha querido hacernos ver, yo la pongo en cuestión. Creo que donde esté un Cubano no sólo lleve encima la maleta, o el peso de la isla, sino que donde pisa, también está Cuba. Está en él.”

  • “Básicamente recuerdo los discursos de Fidel, los recuerdo perfectamente porque mi abuelo los ponía en la televisión. Él se sentaba a fumar un puro como un buen cubano que era, fumaba todas las tardes frente al televisor, discursos de tres o cuatro horas, y él conversaba con Fidel. Fidel decía algo y mi abuelo le rebatía como si fuera una conversación con el televisor. Yo a veces me sentaba con él, lo adoraba, mi abuelo es el amor de mi vida, lo sigue siendo… Entonces a veces me decía: ‘¿Tú lo oíste, Carolina? Eso es completamente mentira.’ Entonces se hacía una especie de relación. Eso es lo que recuerdo de ese período.”

  • “Siempre le tocaba a un destacamento hacer una especie de acto, que también tenía un carácter político casi siempre. Y al final, a coro, los niños éramos obligados a decir: ‘Seremos como el Che’ y hacer este gesto, que es como una especie de saludo al comandante. Además, a un niño, a alguien inconsciente, le estás haciendo repetir una y otra vez, que serás como una figura, como un comandante de la Revolución, como fue Ernesto Che Guevara, que además era argentino, pero bueno, participó en el proceso de guerrilla armada. Porque del 26 de Julio y Fidel Castro estamos hablando de una guerrilla armada en la sierra que llegó al poder. No un golpe de estado, pero sí una guerrilla armada que tomó el poder, no que fue legitimada, nunca lo ha sido. El caso de Ernesto Che Guevara, una persona que tiene crímenes de lesa humanidad en sus hombros. En los primeros años después del 1959 muchos opositores, estamos hablando de miles de personas, fueron sentenciados en La Cabaña a morir fusilados sin juicio. Digo sentenciados, pero estamos hablando de juicios sumarísimos, y en algunos casos ni si quiera juicios. Y esas órdenes de fusilamientos están firmadas por Ernesto Guevara.”

  • Full recordings
  • 1

    Madrid, 01.01.2023

    (audio)
    duration: 02:16:55
Full recordings are available only for logged users.

La educación en Cuba no es gratuita en realidad. Se paga con el silencio y con la complicidad.

Carolina Barrero, 2023, Madrid
Carolina Barrero, 2023, Madrid
photo: Post Bellum

Carolina Barrero nació en el año 1986 en La Habana en el barrio de El Vedado. Su padre emigró de Cuba a México cuando tenía apenas un año, su madre decidió irse de la isla y emigrar a Venezuela cuando Carolina tenía seis. Carolina fue criada por sus abuelos, quienes le contaban historias de las Guerras de la Independencia, le inculcaban el amor por Cuba y por la libertad. Carolina vivió el Periodo Especial en una especie de burbuja protectora, gracias al apoyo financiero de sus papás desde el extranjero. La primaria tanto como la secundaria, Carolina las cursó en El Vedado y posteriormente concluyó el bachillerato en 2004. A pesar de sus opiniones contra el régimen que Carolina expresaba abiertamente en las clases, logró entrar en la Universidad de La Habana. Primero empezó a cursar la carrera de Física, la cual en el 2008 la cambió por la Historia del Arte, de la cual se graduó en el 2013. Sus abuelos murieron cuando Carolina tenía apenas 18 años, y se quedó sola en la casa en El Vedado, transformándola en un lugar de encuentro y tertulias de su generación, cuyos participantes se convirtieron en personas de renombre en el ambiente de arte independiente, fundadores de revistas y miembros de grupos activistas como San Isidro o 27N. Después de haber concluido la carrera de Historia del Arte, Carolina quiso seguir en la universidad fungiendo de profesora, pero su perfil político se lo impidió y el régimen la transfirió al Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam, donde intentó reunir a artistas jóvenes para que hicieran lazos y pudieran participar en la Bienal de La Habana. Sin embargo, Showroom, como se llamaba este intento, fue censurado apenas después de su primer encuentro. Sin haber concluido su Servicio Social dentro del Centro Wilfredo Lam, logró recibir la aprobación del director de éste, y se fue de becada a estudiar una maestría a Madrid donde residió desde 2014 hasta 2020. Después de una serie de represiones en el transcurso del 2020 en contra de sus amigos y compañeros de múltiples grupos activistas, con San Isidro y Luis Manuel Otero Alcántara en primera línea, Carolina decidió volver a Cuba a finales del 2020. Para el aniversario del natalicio de José Martí, el día anterior de éste, el 27 de enero de 2021, intentaron distribuir un dibujo de Martí con su poema Dos Patrias, pero fueron detenidos y Carolina fue acusada por clandestinidad de impresos. Por su activa participación ciudadana y activismo por la liberación de presos políticos y otras causas, Carolina vivió todo el año 2021 bajo la mira de la Seguridad del Estado, siendo múltiples veces detenida, golpeada, maltratada y humillada. De marzo a noviembre del 2021 estuvo en prisión domiciliaria, bajo la custodia incesante de la Seguridad del Estado. En la prisión domiciliaria vivió también las mayores manifestaciones del 11 de julio 2021, aunque posteriormente, logró escapar a la calle dos veces: una para pedir la liberación de Hamlet Labastida del centro de tortura en Villa Marista, y la segunda el 15 de noviembre, para poder marchar junto con otros activistas en una manifestación convocada. El día 16 de noviembre del 2021 terminó su prisión domiciliaria, amenazándola de que la próxima ya sería en prisión de verdad. En enero 2022 logró organizér dos protestas, y el día 30 de enero de 2022 se unió a las madres de los presos políticos menores de edad que estaban esperando a ver si quiera un momento a sus hijos saliendo del tribunal. Después de eso, las cosas tomaron mucha velocidad y después de haber sido detenida nuevamente, el día 31 de enero de 2022 un agente de la Seguridad del Estado le amenazó de perseguir a sus seres queridos, si Carolina seguía en la isla. No le dieron opción, Carolina en menos de 24 horas abordó un avión rumbo a España donde reside hasta ahora. Sin embargo, dice que si es que volvió a Cuba ya una vez, volverá siempre.