The following text is not a historical study. It is a retelling of the witness’s life story based on the memories recorded in the interview. The story was processed by external collaborators of the Memory of Nations. In some cases, the short biography draws on documents made available by the Security Forces Archives, State District Archives, National Archives, or other institutions. These are used merely to complement the witness’s testimony. The referenced pages of such files are saved in the Documents section.

If you have objections or additions to the text, please contact the chief editor of the Memory of Nations. (michal.smid@ustrcr.cz)

Anderlay Guerra Blanco (* 1976)

“Tener la libertad en la mente dentro de una isla sin libertad.”

  • nació el 25 de abril de 1976 en Guantánamo

  • en 1987 terminó la escuela primaria

  • cursó la secundaria en un ambiente muy violento, por lo cual terminó abandonando la educación en 1991

  • en 1992 se unió al Grupo de Recreación dentro de la Unión de Jóvenes Comunistas, y participó en formación de las primeras discotecas en Guantánamo

  • 1997 – 1999 Servicio Militar obligatorio, regimiento de tanque, infantería mecanizada

  • 1999 – 2002 trabajó en el Comité de Defensa de la Revolución como jefe de actividades de la provincia de Guantánamo

  • en 2003 primer viaje fuera de Cuba – a España

  • 2005 primer intento de emigración ilegal vía la Base Naval de Guantánamo, detenido y devuelto a las autoridades cubanas

  • a pesar de acuerdos migratorios del 1994 entre los EE.UU. y Cuba, fue encarcelado por haberse ido ilegalmente del país, liberado en febrero de 2006

  • en 2007 otro intento de salir ilegalmente de Cuba, encarcelado y condenado a 4 años de prisión, liberado en 2009

  • 2011 – 2015 trabajó en el proyecto audiovisual Palenque Visión junto con Rolando Rodríguez Lobaina como periodista independiente, publicado aproximadamente 3,000 vídeos

  • desde 2015 va desarrollando su proyecto personal audiovisual – Huellas de Cuba

  • vive en Guantánamo, está casado y tiene dos hijos

“A mis hijos les enseño tener la libertad en la mente en una isla sin libertad”, comenta como el legado principal que les quiere transmitirles a sus hijos Anderlay Guerra Blanco, periodista cubano independiente.

Anderlay Guerra Blanco nació el 25 de abril de 1976 en Guantánamo como el mayor de tres hermanos de padres divorciados. Su madre padecía enfermedades de trastornos mentales, por lo cual a los cuatro años de edad de Anderlay se vio obligada a entregárselo a los abuelos ya que no estaba en condiciones de cuidar de él. Por lo tanto, Anderlay fue criado por los abuelos paternos. Su abuelo era carboneo en la Base Naval de Guantánamo y la abuela era descendiente de españoles de origen gallego. Desafortunadamente, la parte materna de la familia padecía de tragedias – no sólo la madre de Anderlay tenía problemas mentales, sino también su abuela y tía, de las cuales las tres terminaron suicidándose.

Apreciar la vida

Los abuelos de Anderlay lo criaban en un barrio con ambiente bastante hostil, que “más aporta históricamente a la delincuencia de la provincia”, como resume Anderlay. Sin embargo, a pesar de la violencia del día a día, es el mismo lugar donde reside Anderlay hasta ahora. A pesar de todo, los abuelos y los maestros de la escuela supieron inculcarle los valores principales para no llegar a participar en “nada dañino para otra persona y apreciar la vida”, narra Anderlay.

Subsistir en medio de lo que nos encontrábamos

El padre de Anderlay vivía siempre cerca de él y aunque no lo criaba directamente, estaba pendiente de él. La parte paterna de la familia era humilde y a la hora de la Revolución Cubana, se demostraron sin vocación política “de seguir las cosas que se dictaban aquí en la sociedad”, sino que más bien sólo intentaban “subsistir en medio de lo que nos encontrábamos”, como lo describe Anderlay. Al contrario, la familia materna siempre ha sido proclive al régimen, el abuelo “seguía los estatutos del comunismo” ya desde el mero 1959 cuando tuvo lugar la Revolución.

Generación con problemas de conducta

En 1987 terminó la escuela primaria y pasó a la secundaria que era una escuela recién construida en una laguna que Anderlay recuerda con cariño de los juegos infantiles. Pero ahí se termina el romanticismo – por su ubicación, la escuela era muy violenta. “Mi generación tenía muchos problemas de conducta –narra Anderlay– lo cual generaba situaciones realmente desagradables para los estudiantes.” Aparte de la violencia, había una gran escasez de comida, por lo cual los estudiantes robaban alimentos a los campesinos y se los cocinaban en leña en los bosques cercanos. En 1991 dejó la educación, por lo cual por aquel entonces, su grado de estudios terminó en el noveno grado. No se vio obligado a buscarse trabajo, holgazaneaba en casa, pero sin ninguna actividad delictiva, como bien señala con ímpetu. Pero eso sí – tenía un gran gusto musical y aprovechaba el tiempo libre para escuchar la música. Y era exactamente eso lo que iba a definir su futuro.

Grupo de Recreación para despistar de la crisis

En Cuba, dentro de la organización de la Unión de Jóvenes Comunistas había un tal llamado “Grupo de Recreación”, el cual reunía a jóvenes sin vínculo laboral ni estudiantil. A principios de los años 90, en el “período especial”, como se le denomina a la larga temporada de crisis económica, resultado del colapso de la Unión Soviética y el embargo norteamericano a Cuba, la recreación adquirió una importancia mayor ya que el régimen pretendía despistar a los jóvenes de la realidad cotidiana, marcada por falta de alimentos, ropa, productos de aseo... Se empezaron a formar discotecas y Anderlay estuvo presente.

Gladiadores romanos de discotecas cubanas

Música y diversión – estas eran las dos razones principales por las que la juventud se reunía en los proyectos realizados por el Grupo de Recreación. Pero pronto llegó todavía una tercera razón – descargar la violencia. Los jóvenes empezaron a ir a las discotecas a matarse. Eran “gladiadores del circo romano”, como narra sus recuerdos Anderlay. Él mismo recuerda haber experimentado personalmente al menos unos siete u ocho asesinatos en la mera discoteca en la zona de Santa Rita en Guantánamo. Narra cómo intentaba intervenir la policía, pero su presencia sólo aplazaba las matanzas para más tarde. El Grupo de Recreación era, según el punto de vista actual de Anderlay, un instrumento para mover las masas: “Creaba ese romanticismo de seguimiento de las masas, algo que se convertía en un carnaval de miles de personas.” Pero en el mero auge de las discotecas provinciales, llegó la orden de servicio militar.

La vida militar me convirtió en militante comunista

Ya que el Servicio Militar es obligatorio en Cuba, en 1997 Anderlay no tuvo otra opción que alistarse. Excepto un corto periodo de adaptación a la vida militar en Yaterita, los dos años los sirvió en el regimiento de tanque en la infantería mecanizada como el primer francotirador. “La vida militar me logró convertir en un militante comunista”, narra Anderlay, sin embargo, no se quedó en la las fuerzas armadas. “No me gusta la violencia, por lo tanto, la vida militar no va conmigo”, explica. El ejército lo abandonó al cumplir su servicio en 1999, con una Medalla de la Fuerza Armada.

Comité de Defensa de la Revolución

Al volver a la vida normal, intentó reincorporarse a lo que hacía antes de entrar al Servicio Militar, pero el Grupo de Recreación ya estaba disuelto y convertido en un grupo de propaganda de los Jóvenes Comunistas. Así que Anderlay empezó a trabajar en el Comité de Defensa de la Revolución (CDR) como el jefe de actividades para la Provincia de Guantánamo. Ahí menciona el ingenioso sistema cubano de vigilancia: “Los CDR fueron creados por Fidel [Castro], y como indica su nombre, es una organización que defiende los principios de la Revolución o lo que ellos tienen estipulado en el país. Su principal función es la vigilancia… cuadra a cuadra, los vecinos… Yo digo que es el sistema de vigilancia más completo que tiene, independientemente de todos los servicios de inteligencia y contrainteligencia y militares y toda la cosa que tiene el país, es lo más completo que tiene, porque es utilizar al vecino, a la familia, para mantenerse vigilados uno con otro”, describe lo que se convirtió en su pan de cada día. Experimentó, entre otras cosas, cómo se trataba a las visitas extranjeras culturales: “No se los llevaba a lugares donde la vida era dura, se los llevaba al Caribe, o al centro de la ciudad”, explica. El propósito de eso era que los visitantes extranjeros se encontraran “únicamente con personas afines al régimen”, agrega Anderlay. Muy pronto, se empezó a rebelar contra actividades similares. Encima, a pesar de ejercer un cargo de jefe provincial, los colegas de Anderlay eran de una escuela, digamos, más vieja, por lo cual empezó a tener problemas por su comportamiento y vestimenta “de joven”. Esos constantes desencuentros, junto con la desobediencia laboral de Anderlay que iba incrementándose, terminaron expulsándolo de la CDR en 2002.

Nacimiento de un opositor

Lo que vino después, lo llama Anderlay que se empezó a relacionar con “jóvenes con ciertas inquietudes” y a interesarse más en lo que era la música rap, es decir “música de protesta” y también en los inicios del reguetón cubano. Fundó una compañía productora y muy pronto se juntó con un empresario español, gracias al cual en 2003 salió por primera vez de Cuba para realizar un disco en España. “Soy una persona nacida en la Revolución y criada por la Revolución –empieza Anderlay– y me creía la información oficial por parte del Gobierno, todo ese chisme sobre los países capitalistas, con mucha violencia, donde no se podía salir a las calles, donde había muchas personas pobres en la calle…”. Pero a la hora de comprobar con la realidad española, se dio cuenta de que “las noticias en Cuba son manipuladas”. Quedó asombrado por lo seguro que se le hizo Madrid incluso de noche, lo fascinó una protesta de obreros por aumento salarial en la que no intervino de manera violenta la policía y lo sorprendieron las posibilidades españolas de crítica hacia el Gobierno. Y así, poco a poco, nació un nuevo opositor al régimen cubano.

Aquí ya estás de vuelta en Cuba

Cuando volvió a Cuba, sufrió constante decepción y frustración por los obstáculos que el régimen ponía a sus proyectos musicales, hasta que en 2005 decidió irse ilegalmente del país. Se preparaba físicamente para poder llegar a la Base Naval de Guantánamo, desde donde esperaba poder partir a los EE.UU. En octubre de 2005 se despidió de su familia más cercana y partió. Tras un viaje caminando dos días por el monte y por la costa sur, nadó media milla, desde la Playa Cien hasta que llegó a la Base Naval, donde permaneció unos 15 o 20 días. “Iba a ser devuelto a las autoridades cubanas porque existía un acuerdo migratorio del 1994, un acuerdo que no se conocía en Cuba porque no se le dio ningún tipo de divulgación en Cuba. Se me explicó que en mi devolución no podía haber ningún tipo de persecución”, narra Anderlay los acontecimientos de su primer intento de escapar de Cuba. Sin embargo, la realidad era muy diferente a lo que el acuerdo teóricamente prescribía: “Un coronel del Ministerio del Interior y varios oficiales de la Fuerza Armada fueron ese día allí a recibir a las personas. Llegaron ahí en una guagüita de las que se usaban para turistas, leyeron los acuerdos migratorios, iniciaron su conversación, y en minutos ya estábamos ya en la parte cubana y montados en el transporte. Varios kilómetros después, entre tres y cuatro kilómetros después de haber salido de allí, de esa área, ya fuera de la vista de los militares norteamericanos, el transporte se detiene y nos mandan a bajar. La ropa que poseíamos en ese momento la quemaron, nos la hicieron quitar y la quemaron allí en una pila que tenían hecha ahí. Los documentos que nos entregaron en la base que decían que no nos los podían quitar, nos los quitaron. Y nos montaron en un carro-patrulla, es decir en un carro-jaula, que nos trajo directamente desde ahí hasta la Unidad Provincial de Operaciones. Allí me comunicaron que a partir de ese momento estaba siendo acusado por salir de ilegal del país. Es decir, hubo una violación total a los acuerdos migratorios del 94.” [1] A Anderlay lo encarcelaron y cuando intentaba hablar con uno de los capitanes sobre los acuerdos migratorios y sus derechos, él simplemente le respondía que “aquí ya no estaba en la Base, sino que aquí ya me encontraba en Cuba”, recuerda Anderlay.

La última carta de la baraja

En la prisión, Anderlay experimentó una vida extremadamente opuesta a su vida normal: “Los militares no tenían ningún tipo de respeto por la vida humana”, había golpizas realizadas por los propios reclusos a petición de los guardias, escasez de alimentos… “Conocí de primera mano qué es lo que es ser la última carta de la baraja de la sociedad”, resume Anderlay. Finalmente, en febrero de 2006 fue liberado y pensaba que lo esperaba una vida tranquila. Sin embargo, a partir de aquel entonces, estaba bajo constante observación de agentes del Estado. Tampoco podía volver a trabajar en el ámbito musical ya que a todos sus amigos y colegas les fue “advertido” que “si querían tener algún futuro en la música no se debían relacionar conmigo”, narra Anderlay. No tardó mucho y Anderlay fue informado de que iba a ser presentado contra él el “índice de peligrosidad”, un asunto legal que en Cuba permite encarcelar a gente sin haber cometido delito, simplemente por su posible amenaza hacia la sociedad. Así que Anderlay intentó escapar a la Base Naval nuevamente, ahora con su hermano. Sin embargo, su estado físico les falló y se vieron obligados a entregarse a las autoridades: “Nos amarraron con cordones, nos vendaron los ojos, nos montaron a un jeep y nos condujeron a un centro de detención de la contrainteligencia militar”, recuerda. Fueron inculpados por salida ilegal del territorio nacional y condenados a prisión – Anderlay a 4 años, su hermano a 3 años y 6 meses.

Más que odiar la violencia, amar la vida

En la prisión, Anderlay formó junto con otros reclusos del régimen el presidio político. Sacaban un boletín para informar a la gente de lo que pasaba en la prisión y para denunciar la opresión del régimen. “La dirección de la prisión siempre trataba de romper esa cohesión que teníamos”, recuerda. Anderlay fue liberado el 13 de agosto de 2009 después de dos años de cumplimiento de sanción. “Más que odiar la violencia, en la prisión comencé a amar la vida”, resume su experiencia que formó definitivamente su mente de opositor. “Hoy soy un fruto de toda esa violación que creó el mismo régimen”, agrega.

No ser un carnero más

Al salir de la prisión, conoció a Rolando Rodríguez Lobaina, coordinador de la Alianza Democrática Oriental, a la cual Anderlay se unió en breve. Asimismo, formaba parte del movimiento del Partido Democrático 30 de Noviembre. Y junto con ya mencionado Rodríguez Lobaina fue adquiriendo conocimiento en las técnicas audiovisuales, y junto con él fundaron el proyecto independiente llamado Palenque Visión.[2] En 2015 abandonó el proyecto de Palenque Visión tras unas 3,000 entrevistas realizadas. Tenía ganas de probar “otras cosas dentro del periodismo”, así que fundó su propio proyecto “Huellas de Cuba”.[3]  “En Palenque Visión estuve cuatro años, en Huellas de Cuba llevo otros cuatro con unos 1,500 vídeos publicados en YouTube, Radio Martí, Cuba.net y otros”, enumera Anderlay. En sus reportajes, se enfoca en problemas sociales en barrios marginales de la isla, en la falta de medicamentos, en hospitales en malas condiciones y otros temas dolorosos de la Cuba de hoy en día. “Me siento orgulloso de poder dejarles a mis hijos el legado de que no he sido un cubano más. O como dicen – un carnero más. Que yo sí me rebelé y que sí quiero una Cuba libre”, cierra la entrevista Anderlay.

 

[1] Para más información sobre los acuerdos migratorios entre los EE.UU. y Cuba, véase por ejemplo: https://www.ecured.cu/Acuerdos_migratorios_entre_Cuba_y_Estados_Unidos

[2] Más información sobre Palenque Visión en su Facebook: https://www.facebook.com/AgenciaPalenqueVision/, su canal de YouTube: https://www.youtube.com/user/PalenqueVision, en Radio Televisión Martí: https://www.radiotelevisionmarti.com/a/cuba-palenque-vision-guantanamo-/38258.html o en Cuba.net: https://www.cubanet.org/author/palenque-vision/.  

[3] Más información sobre el proyecto Huellas de Cuba por ejemplo en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=_HPKEks74VY.

© Všechna práva vycházejí z práv projektu: Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation